El comportamiento tu perro se divide en innato, que es aquel que se hereda y que caracteriza a una determinada raza y el adquirido, que es aquel que se aprende. Ambos componen la personalidad de tu pero y es importante distinguirlos para poder llegar a comprenderlo.
El comportamiento innato es el que se hereda geneticamente, y por eso podemos hablar de un determinado carácter entre los perros que pertenecen a la misma raza. Un ejemplo de este comportamiento puede ser el instinto de protección de una madre hacía sus cachorros, la forma en que algunos perros defienden su territorio o en la que buscan su alimento.
El comportamiento adquirido, en cambio, es el que tu perro aprende a lo largo de su vida. En este caso, la educación y las experiencias individuales son determinantes, y cada perro termina desarrollando su propia conducta. ¿Ejemplos de esto? Que haga sus necesidades en determinados momentos y lugares o que sepa sentarse, tumbarse o quedarse quieto al escuchar una orden.
Será muy útil para tu perro que le proporciones un ambiente óptimo: así lo ayudarás a desarrollar y potenciar los aspectos más positivos de su carácter heredado genéticamente. El equilibrio entre el compartamiento innato y el adquirido en todos los animales es fundamental para que sean estables y sanos, tanto mental como físicamente