Vuelves de ver al veterinario un poco más aliviado; tu perro está bien, ¡solo necesitas darle algo de medicación! Sin embargo, aquello que parece tan sencillo, se convierte en un gran desafío: ¿cómo consigo darle la medicación a mi perro sin que resulte traumático?
El primer paso para administrar una medicina a un perro es conservar la calma. Hablarle con serenidad al tiempo que le acaricias es la mejor manera de transmitirle confianza.
Resultará muchísimo más fácil si hemos invertido en su educación, así como alguna vez le enseñaste a sentarse, es importante que también acostumbres a tu perro a abrirle la boca, a meter tu mano en ella, a levantarle la barbilla con la boca cerrada, a tocarle las orejas y a hacerle masajes en ellas. Si lo ve como un juego, entonces servirá de entrenamiento tengas que darle alguna medicación.
Pastillas, comprimidos y cápsulas
Una opción es preparar una albóndiga de queso o de carne y “esconder” el comprimido en su interior. Si tu perro la desmenuza y logra apartarlo sin comerlo, habrá entonces que poner el medicamento directamente en su boca:
- Mantén su boca abierta, presionando el lateral del maxilar y ubica la medicina lo más profundamente posible en la base de la lengua.
- Luego, dejar el hocico cerrado, con la barbilla un poco levantada por unos instantes para evitar que lo expulse.
- Una vez que “aparece” haberla ingerido es necesario seguir al perro por si no lo hubiera tragado bien y la vomitada en algún rincón.
Medicación inyectable
Siempre debes recurrir a un profesional para su aplicación, o bien seguir sus instrucciones personalizadas.
Jarabes y medicamentos líquidos orales
Son los más sencillos de administrar. Con una jeringuilla, por supuesto sin la aguja, será suficiente.
- Sujeta a tu perro firmemente y mantén su mandíbula abierta. Verter el líquido de la jeringuilla.
- Si cierra la boca, puedes levantar la comisura del labio y formar un hueco para inyectar allí el líquido.
- Mantén su cabeza levantada para ayudarle a tragarlo. Durante los minutos posteriores, comprueba que no lo vomite.
Supositorios
Para introducir supositorios es recomendable sar guantes de látex y untar un poco de vaselina en la punta del producto para que entre con más suavidad.
- Levanta la cola e introdúcelo con el índice, lo más profundamente posible.
- Mantén por unos segundos la cola apretada contra el ano para que no lo expulse.
Cremas y gotas
Tanto las gotas para las orejas como los colirios para los ojos deben aplicarse con muchísimo cuidado. En el caso de gotas y pomadas para los ojos, es necesario que la cabeza de tu perro esté inmovilizada para evitar una lesión en el globo ocular.
- Limpia primero con agua salina, levanta el párpado superior o bajar el inferior.
- Desde arriba, y sin tocar la córnea por riesgo de lastimarla, aplica las gotas o la pomada. Cierra el párpado y frota con suavidad para extender el producto.