DERMATITIS SEBORREICA EN PERROS

Los desórdenes dermatológicos son habituales en perros, por lo que esta es una consulta frecuente en las clínicas veterinarias.

Uno de ellos es la dermatitis seborreica en perros, un trastorno de la queratinización bastante común, que cursa con inflamación y aspecto graso de la piel. En este artículo te damos más información sobre ella.

¿QUÉ ES LA DERMATITIS SEBORREICA EN PERROS?

Aunque puede existir una predisposición genética, esta alteración puede presentarse en la piel de perros de cualquier edad y raza debido a múltiples causas, y especialmente de manera secundaria a otras alteraciones.

La piel está constituida por tres capas: la epidermis o capa externa, la dermis y una capa de grasa subcutánea, denominada hipodermis.

La capa más superficial de todas es el estrato córneo de la epidermis, formado, fundamentalmente, por una capa lipídica originada, en parte, por las glándulas sebáceas y el acúmulo de células llamadas corneocitos. 

Estas células, con forma de escamas, no son más que queratinocitos diferenciados, procedentes de una capa más profunda de la epidermis (capa basal), cuya función es reemplazar y renovar el estrato córneo mediante la descamación.

A este proceso de transformación de los queratinocitos en corneocitos, para formar el estrato córneo, se le denomina queratinización. La queratinización es imprescindible para que la piel ejerza su función de barrera física, química e inmunológica de protección, además de contribuir a la hidratación y la impermeabilización de la misma.

DEFINICIÓN: DERMATITIS SEBORREICA

La dermatitis seborreica en perros es un trastorno de la queratinización, de tipo inflamatorio y recurrente, en el que las células córneas se descaman de forma excesiva debido a una queratinización más rápida de lo normal, formando agregados en forma de caspa. 

Esta alteración, de naturaleza multifactorial (es decir, que puede ser causada por diferentes motivos), también afecta a los folículos pilosos y a las glándulas sebáceas, produciendo un exceso de secreción sebácea con adherencias de aspecto graso y color amarillento, y, en ocasiones, con lesiones circulares alopécicas (sin pelo). Por este motivo, lo ideal es hablar de trastorno queratoseborreico de tipo inflamatorio.

TIPOS Y CAUSAS DE DERMATITIS SEBORREICA EN PERROS

Según las causas, se pueden diferenciar dos tipos de dermatitis seborreica en perros:

DERMATITIS SEBORREICA PRIMARIA

También llamada dermatitis seborreica idiopática. Es de origen desconocido y carácter hereditario y crónico. Afecta a perros jóvenes, de entre uno y dos años de edad, y existe una predisposición racial para el cocker spaniel, el springer spaniel, el west highland white terrier, el shar pei, el basset hound o el labrador retriever.

DERMATITIS SEBORREICA SECUNDARIA

Es la más frecuente y suele estar relacionada con otras dermatopatías. Se debe a múltiples y diferentes causas, como alteraciones endocrinas (hipotiroidismo), nutricionales (deficiencias alimentarias), parasitarias (sarna demodécica, dermatofitosis, leishmaniosis), autoinmunes (pénfigo), alergias (atopia), tumorales, etc.

SÍNTOMAS DE LA DERMATITIS SEBORREICA EN PERROS

Los signos y síntomas más frecuentes de la dermatitis seborreica en perros son:

  • Piel con descamación excesiva (escamosis), color amarillento y manto graso.

  • Inflamación localizada o difusa de la piel con eritema (enrojecimiento).

  • Infección estafilocócica de la piel (pioderma) y/o inflamación de los folículos pilosos (foliculitis bacteriana).

  • Pueden aparecer comedones (aspecto de espinilla), debido a la obstrucción y dilatación de los folículos pilosos por acúmulo de queratina en su interior.

  • Mal olor (olor a rancio), debido al sobrecrecimiento bacteriano, especialmente a causa de una levadura llamada Malassezia pachydermatis.

  • Prurito (picor), de mayor o menor intensidad.

  • En ocasiones, otitis ceruminosa, especialmente en la dermatitis primaria o idiopática.

TRATAMIENTO DE LA DERMATITIS SEBORREICA EN PERROS

El tratamiento de las dermatitis seborreica en perros se basa en dos puntos clave:

  • En el caso de las dermatitis seborreicas secundarias a otras enfermedades o causas subyacentes, el primer paso es la identificación la causa y aplicación del tratamiento adecuado según la causa (tratamiento etiológico).

  • La elección de un tratamiento sintomático, según el tipo de síntomas predominantes (tipo de seborrea, inflamación, prurito, infección, etc) y la intensidad de los mismos. 

En el caso de las dermatitis seborreicas primarias o idiopáticas, debido a su carácter crónico y etiología desconocida, no existe un tratamiento curativo, por lo que el tratamiento va encaminado únicamente a tratar las alteraciones dermatológicas mediante el tratamiento sintomático.

En general, va encaminado a resolver cuatro  puntos fundamentales mediante la elección y la combinación de los productos tópicos (champús y lociones) adecuados a cada situación:

  • Restaurar el proceso normal de queratinización mediante la aplicación de productos tópicos con acción queratolítica y queratoplástica, que disuelven el exceso de queratina, reducen el espesor,  favorecen la regeneración y normalizan la queratinización del estrato córnea.  

  • Mantener la hidratación de la piel mediante productos tópicos humectantes y emolientes, que reducen la pérdida de agua y rehidratan la piel.

  • Eliminar la aparición de síntomas secundarios a la seborrea, como el mal olor y las piodermas, debido al sobrecrecimiento bacteriano, mediante el uso de antisépticos.

  • Controlar el prurito y reducir la inflamación de la piel, mediante la acción antiinflamatoria y antipruriginosa.

En algunos casos muy concretos, tu veterinario podrá indicarte un tratamiento antibiótico, antifúngico, antiinflamatorio e inmunomodulador sistémico, vía oral o inyectable, si lo considera necesario.

Además, algunos estudios indican que el uso de retinoides sintéticos orales, la vitamina A y los ácidos grasos esenciales suplementados en la dieta de los perros, pueden ser beneficiosos en determinados casos.

La dermatitis seborreica en perros es un trastorno dermatológico que, en ocasiones, tiene una etiología compleja.

Sin embargo, el tratamiento puede mejorar los síntomas clínicos, e incluso curar, en el caso de las dermatitis seborreicas secundarias, una vez identificada y tratada la causa que lo produce.

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