Alergia a la picadura de pulga en perros: síntomas y tratamiento
¿Sabías que la alergia es un problema que también puede afectar a los perros? Al igual que en las personas, entre las alergias más comunes en perros encontramos los ácaros del polvo, el polen de ciertas plantas y algún componente alimenticio. En el caso de los perros, hay que añadir: alergia a la picadura de pulga.
La alergia a la picadura de pulga en perros es una de las más comunes y podría afectar a tu perro. Por este motivo, vamos a analizarla con más detalle en este artículo, para que puedas identificarla y actuar en consecuencia.
¿Qué es la alergia a la picadura de pulga en perros o dermatitis alérgica por pulgas?
Cuando un perro sufre una picadura de pulga es común que aparezcan en su piel pequeños puntos rojos que provocan picor. Suelen ser lesiones cutáneas leves. Sin embargo, si el perro es alérgico a la saliva de la pulga, la reacción resulta exagerada.
En ese caso hablamos de dermatitis por pulgas en perros . Se trata de una reacción exagerada de la piel del perro a las picaduras de pulga.
Síntomas de la alergia a la picadura de pulga en perros
El principal síntoma de la alergia a las pulgas en perros es el picor, que puede durar hasta dos semanas después de la picadura. Además, podrás observar estos síntomas:
Cuando el perro experimenta picor, verás que se rasca, se mordisquea o se frota contra las paredes o algún objeto. El picor puede aparecer por cualquier lugar del cuerpo, pero lo habitual es que lo haga en la zona caudal del lomo, antes del nacimiento de la cola.
Como resultado del rascado, podrás ver que tu perro tiene la piel roja y le habrán salido pequeñas costras. El rascado intenso, además, podría llegar a provocar heridas.
El rascado intenso también puede provocar la pérdida de pelo.
Por último, el perro podría perder el apetito debido a los nervios que sienten por el picor continuo.
Causas de la dermatitis en perros por pulgas
Hay dos especies de pulgas que pueden afectar a los perros:
Ctenocephalides feliz. Aunque se trata de la pulga común del gato, es la que afecta al perro con mayor frecuencia. Además, es la responsable de la mayor parte de los casos de dermatitis en perros por pulgas.
Ctenocephalides canis. La pulga del perro es la segunda más frecuente y causa un cuadro similar.
Los perros que viven en zonas rurales podrían verse afectados por las picaduras de pulgas que atacan al ganado o aves como las gallinas.
Alergia a la picadura de pulga, ¿cómo se diagnostica?
Para diagnosticar la alergia a la picadura de pulga en perros, tu veterinario de confianza seguirá el siguiente proceso:
- El primer paso es recabar toda la información posible sobre la vida del perro. Estas son algunas de las preguntas que podrían hacerte: ¿El perro está recibiendo un tratamiento preventivo correcto contra las pulgas?, ¿se mueve en un entorno donde puede haber pulgas?, ¿está en contacto con otros animales?, ¿ha viajado recientemente?, ¿tiene alergia o sensibilidad a algún alimento?, ¿cuáles son los síntomas padece?, etc.
- El segundo paso consiste en realizar una búsqueda exhaustiva de las pulgas. Es algo difícil dar con ellas. Ten en cuenta sus características y hábitos.
Las pulgas se pueden ver corriendo por la superficie de la piel entre los pelos.
Son pequeñas, de forma redondeada, color oscuro, y al cogerlas entre los dedos, saltan.
Si no se ven a simple vista, se pueden buscar las pulgas o sus heces entre el pelo del perro pasando un peine muy fino. Se puede comprobar que son pulgas extendiendo las heces de las pulgas sobre un papel absorbente blanco, echando unas gotas de agua por encima. Como contienen restos de sangre procedentes de las picaduras, crean un cerco marrón rojizo sobre el papel.
- Por último, para llegar a un diagnóstico preciso de alergia por picadura de pulga, en la consulta veterinaria te pueden proponer pruebas específicas como análisis de anticuerpos específicos o pruebas cutáneas de reacción a alérgenos.
Cómo se puede curar: tratamiento
El veterinario elegirá la pauta más adecuada para tratar la dermatitis en perros por pulgas. En general, el objetivo es:
Controlar, en un primer momento, el picor provocado por las picaduras y la alergia, con los medicamentos indicados. Después, si el picor persiste, indicar el tratamiento adecuado.
Mantener una buena salud de la piel del perro. Para ello, es imprescindible elegir una alimentación específica para perros con alergia. Además, para los perros que lo necesiten, se pueden indicar suplementos nutricionales.
Mantener una higiene correcta de la piel y el pelo para prevenir infecciones, con lavados y cepillados adecuados.
Aplicar un buen protocolo de control de pulgas para evitar las picaduras. Existen productos en forma de pipetas, collares o que se administran como comprimidos masticables. Tu veterinario te dirá cuáles son los más adecuados para tu perro.
Si tu perro ha tenido pulgas, es importante eliminarlas del entorno en el que convives con tu perro. Las pulgas tienden a formar nidos en las alfombras o la ropa de cama, lo que puede perpetuar el problema. Tu veterinario te dirá qué productos insecticidas puedes aplicar en casa con seguridad para toda la familia.
Algunos perros con alergia a la picadura de pulga pueden beneficiarse de tratamientos profilácticos para reducir la intensidad de la alergia (las llamadas «vacunas de la alergia»), según lo indique el veterinario.
¿Cuáles son las zonas más comunes donde puede picar una pulga?
Aunque las pulgas pueden picar en todo el cuerpo, prefieren zonas que les resultan más accesibles y con menos densidad de pelo. No obstante, pueden esconderse en otras zonas donde el pelo es más denso, para poner sus huevos. Por tanto, las pulgas pueden picar en cualquier parte, aunque el comportamiento del perro será distinto:
En el vientre y la cara interna de los muslos, que tienen una piel fina y sensible, se pueden observar rojeces y lesiones provocadas por la alergia a la picadura de pulga en perros.
Si la pulga pica en las patas, los perros se lamen con frecuencia.
En la parte trasera del lomo, los perros se muerden para aliviar su picor.
En la parte delantera del lomo, el cuello, las orejas y la cara se observarán lesiones porque los perros se rascan con las patas traseras.
Consejos para evitar alergia a la picadura de pulga en perros
Si bien no existe una cura como tal para la alergia, es posible controlar o disminuir los brotes. Para ello, es muy importante la prevención: evitar parques o lugares con vegetación en épocas cálidas, aplicar productos veterinarios y promover una correcta limpieza. Es decir, podemos aplicar medidas sobre el perro o el ambiente:
Medidas sobre el perro
Productos repelentes:
Pipeta, collares o espray. Estos productos provocan un picor muy incómodo en las patas de las pulgas, lo que evita que permanezcan sobre la piel del perro.
Aunque estos productos también provocan la muerte de la pulga, es necesario que piquen primero al perro.
Si vas a utilizar pipetas, es recomendable administrarlas 1 o 2 días después de bañar a tu perro.
Comprimidos orales. No se trata de un repelente, sino que matan a la pulga horas después de picar al perro.
Si la alergia de tu perro es muy severa, es recomendable utilizar una combinación de varios de estos productos, para una mayor protección. Y, como siempre, consultar con tu veterinario de confianza.
Medidas sobre el ambiente
Las pulgas que ves en tu perro suelen ser las pulgas adultas. Los huevos, larvas y pupas no se ven, y, además, pueden estar en cualquier lugar de la casa: alfombra, camas, sofá o bajo los muebles, por mencionar algunos.
Es importante eliminar también estos restos. A veces no vemos a las pulgas, pero sí sus heces. Recuerdan al café molido o a pequeños granos de arena negruzca. Si ves algo así, busca bien entre el pelaje de tu perro porque seguramente haya alguna pulga.
¿La alergia a las pulgas es peligrosa?
El peligro de la alergia a la picadura de pulga para la salud de tu perro es moderado. Debes tener en cuenta estas consecuencias:
Es molesta e incómoda por el picor intenso que provoca y porque en ocasiones es difícil encontrar su causa.
Si el perro se rasca con mucha intensidad y se produce heridas, estas podrían infectarse y empeorar la situación. Es necesario controlarla y hacer que el perro afectado se encuentre más cómodo con el tratamiento y alimentación adecuados.
Las pulgas pueden transmitir un parásito intestinal llamado Dipylidium caninum. Los perros pueden adquirirlo al tragarse las pulgas infestadas por el parásito cuando se muerden para rascarse. Este parásito se puede transmitir a las personas y desarrollarse como una tenia en el intestino, por lo que es importante controlar bien las pulgas en los perros.
¿Qué perros son más propensos a sufrirlas?
Las pulgas atacan a todos los perros; sin embargo, algunas razas son más propensas a desarrollar la alergia picadura de pulga:
Bulldog inglés y bulldog francés.
Golden retriever y Labrador retriever.
Pastor alemán.
Boxer.
Cocker spaniel.
Dálmata.
Bichon frisé.
Bull terrier.
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Publicado originalmente el 30 de marzo de 2022, actualizado el 20 de octubre de 2025
Preguntas frecuentes
¿Las pulgas pueden transmitir enfermedades además de causar alergias?
Sí, las pulgas pueden transmitir una tenia, Dipylidium caninum. Este parásito se transmite primero a los perros. Se infestan al tragarse las pulgas parasitadas cuando se muerden la piel para rascarse. Los insectos completan el ciclo en el intestino de los perros quienes después liberan huevos a través de las heces. Es un riesgo también para las personas, que pueden terminar infestadas por el parásito.
¿Pueden los humanos sufrir alergia por la picadura de pulgas de mascotas?
Sí, al igual que los perros, hay personas que son más sensibles a las picaduras de pulgas y desarrollan alergia. A veces, estas alergias son tan potentes que las personas afectadas necesitan ser hospitalizadas para recibir tratamiento. Este es un motivo más para controlar las pulgas en los perros.
¿Cada cuánto tiempo debo desparasitar a mi mascota para evitar pulgas?
La frecuencia de desparasitación contra las pulgas depende de los productos empleados. Algunos persisten durante un mes, otros necesitan repetición cada tres meses, y otros más son de aplicación rápida ―se absorben y eliminan en horas― para superar infestaciones masivas y que necesitan reforzarse con otros productos. El veterinario es quien determina el protocolo más adecuado para cada caso y el tiempo en el que se debe aplicar, de acuerdo con el etiquetado del producto utilizado.
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