La sarna en perros: mini guía completa con tipos, síntomas y duración
La sarna en perros es una patología infecciosa, producida por unos pequeños organismos llamados ácaros, que afecta a la piel de tu mejor amigo.
Existen diferentes ácaros responsables de dicha afección. Y para acabar con ellos, se precisa usar un tratamiento adecuado, supervisado por tu veterinario.
Es una dolencia grave. De ahí que sea importante actuar con precocidad y establecer una terapia cuanto antes, para evitar consecuencias innecesarias.
Para que puedas conocer a fondo esta afección de piel, ¡te damos las claves que te ayudarán a identificarla! Hoy en ADVANCE, descubrimos juntos sus causas, síntomas y tiempo de curación, así la sarna en tu perro será parte del pasado.
LA SARNA EN PERROS: ANOTA LOS TIPOS MÁS HABITUALES
Como acabamos de ver, la sarna en perros es una afección dermatológica que está causada por unos ectoparásitos microscópicos, los ácaros.
Estos se instalan en la dermis y pelaje de tu amigo, alimentándose de la piel, partículas grasas y queratina.
El tipo de sarna de tu perro, determinará el tratamiento adecuado que debe recibir para su curación.
¿Cuáles son las sarnas en perros más frecuentes?
Sarna sarcóptica
Es muy conocida como sarna canina o escabiosis, y es la sarna en perros más común.
La provoca un ácaro llamado Sarcoptes scabiei, que se instala en la piel del perro, multiplicándose rápidamente.
Destaca porque es muy contagiosa y la más pruriginosa de todas. Es decir, que produce un picor muy marcado en tu amigo. Por ello podrás observar a tu perro rascándose continuamente o rozándose contra objetos para aliviar su intensa irritación.
Además, es una patología zoonótica. Esto implica la transmisión de sarna de perros a humanos, por contacto directo a través de los animales, superficies o utensilios infectados. Si es posible, no debes tocar a tu perro sin antes colocarte guantes.
Sarna demodécica
El causante que produce esta enfermedad dermatológica se llama Demodex canis.
Este ácaro, al contrario de la sarna sarcóptica, vive en la piel de tu amigo de forma habitual. Se trata de un ectoparásito oportunista, porque cuando las defensas están bajas, surge con facilidad y así, aparece la sarna en tu perro.
Aunque este tipo, también puede darse por transmisión de la madre a los cachorros, durante el parto. En algunas ocasiones y en casos leves es una forma de sarna que puede solucionarse proporcionando una alimentación de calidad a tu amigo. De este modo, puede aumentar sus defensas y combatir la enfermedad.
Puedes encontrar 3 tipos de sarna demodécica:
Localizada. Se manifiesta en la cara y orejas del perro. Suele comenzar con la pérdida de pelo alrededor de sus ojos y en la boca. Aparece generalmente en animales con menos de un año, y es común que desaparezca sin tratamiento al cabo de un tiempo. En ocasiones, también surgen zonas con alopecia en las extremidades y el lomo.
Generalizada. Cuando aparecen más de 5 áreas sin pelo, ya sean zonas medianas o grandes, el tipo de sarna de tu perro es esta.
Pododermatitis demodécica. Muy resistente y complicada de tratar. Aparece solo en las patas, y va acompañada de una infección bacteriana secundaria.
Sarna otodéctica
Producida por un ácaro llamado Otodectes cynotis, es un tipo de sarna que padecen más los gatos que los perros.
Se transmite por contacto directo y se instala en los oídos y orejas, provocando alopecia, picor y otitis secundaria a la infección.
Puedes percibir estos ácaros como puntos blancos con movimiento lento, si te detienes a observar el interior del oído de tu perro.
Sarna cheyletiella
Es la sarna en los perros que produce una gran cantidad de caspa gruesa.
El ácaro Cheyletiella spp es el causante, y es muy contagiosa. Aunque la pueden sufrir tanto perros como gatos, es más común en los felinos.
Si se transmite a las personas, aparecerá una zona irregular de erupción y con una coloración rojiza.
Sarna notoédrica
Es más habitual en gatos que en perros, y la provoca el Notoedres cati.
Sus signos clínicos son los comunes a las demás patologías dérmicas provocadas por ácaros: lesiones que aparecen en la cara y orejas del animal.
Si no es tratada, puede llegar a propagarse por diferentes partes de su cuerpo.
¿QUÉ SÍNTOMAS TIENE LA SARNA EN PERROS?
Esta afección cutánea tiene unas manifestaciones muy específicas que podrás advertir en un período temprano de dicha enfermedad. ¿Cómo puedes saber si tu perro tiene sarna?
La sarna en un perro tiene estos síntomas:
Inflamación de la piel en la zona afectada.
Picor, escozor y enrojecimiento de la piel.
Rozamiento constante con objetos para aliviar el picor.
Rascado continuo.
Erupciones, escamas y heridas.
Mal olor.
Zonas engrosadas, secas y con costras.
Pérdida de apetito.
Anorexia y bajada de peso.
¿CUÁNTO TIEMPO TARDA EN CURAR LA SARNA EN TU PERRO?
La sarna en perros se puede curar con el tratamiento adecuado y siempre con supervisión de un profesional veterinario. Por ello, lo primero que debes hacer si crees que tu perro tiene sarna, es acudir a él.
Tratamiento para la sarna en perros
La medicación principal que compone la terapia viene marcada por el tipo de ácaro.
No obstante, se puede constituir, de manera general, por acaricidas como la ivermectina, moxidectina, selamectina o milbemicina, así como antiinflamatorios o champús específicos para combatir la sarna en tu perro, entre otros medicamentos usados para paliar los problemas secundarios que surgen tras el contagio con ácaros.
Tiempo de curación
También depende de la especie de ácaro.
Generalmente, la sarna demodécica puede remitir en unas pocas semanas.
En cambio, para otras sarnas como la sarna sarcóptica u otodéctica, el tratamiento y curación se podría alargar entre 2 y 3 meses.
La sarna de tu perro es una patología que aparece en su piel, y que podría padecer en cualquier momento. Estar al corriente de ella, te permite ayudarlo mejor.
Conociendo sus signos más comunes, puedes actuar antes y así, prevenir el peligro que supone la instauración prolongada de dicha enfermedad dermatológica.
Como siempre, en ADVANCE, esperamos que cada temática que compartimos contigo, pueda serte de gran ayuda.
