El dogo argentino
El dogo argentino es un perro fuerte, resultado del cruce de distintos perros de lucha. Por su potencia física, es un gran guardián, pero al mismo tiempo es un animal atento y de lo más cariñoso siempre que haya sido educado correctamente.
CARACTERÍSTICAS PRINCIPALES DEL DOGO ARGENTINO
El dogo argentino es una mezcla de las razas bóxer, gran danés, bull terrier, bulldog, lebrel irlandés, dogo de Burdeos, perro de montaña de los Pirineos y mastín español. Como resultado de tan complejo origen, el dogo argentino es un guardián sin precedentes: imponente y con una gran potencia física. De hecho, es un animal tan fuerte que en otros tiempos se dedicó a la caza de jaguares y pumas en su Argentina natal.
Sin embargo, y pese a su fiero aspecto y fama de raza agresiva, el dogo argentino desempeña también tareas muy nobles en relación con las personas: su buen olfato le permite colaborar con las fuerzas de seguridad en la detección de explosivos o drogas y en tareas de rescate o salvamento. Y también se utiliza frecuentemente como perro lazarillo y como animal de terapia para niños con discapacidades psíquicas, ya que es particularmente atento.
El dogo argentino es similar al gran danés, aunque más pequeño, de porte más elegante y con el pelo más corto y tupido. Su estructura ósea es particularmente fuerte. Realmente, el dogo argentino es un excelente perro guardián, pero es mucho más que eso. Es un animal muy inteligente y particularmente fiel y leal, siempre que lo hayan educado y entrenado adecuadamente.
Además, a pesar de la fiereza de su aspecto, es un perro muy cariñoso con su familia. En definitiva, como sucede con todas las razas, el animal acaba siendo un reflejo de la personalidad de quienes viven con él.
SU INSTINTO DE PERRO GUARDIÁN
En los genes del dogo argentino todavía hay trazas de su pasado como perro de pelea, lo que lo convierte en una raza dominante y con un fuerte sentido de la territorialidad. Por eso, no es conveniente que alguien entre en su espacio vital si no ha sido invitado o presentado antes.
Justamente por su gran instinto de protección y territorialidad, es un excelente perro guardián que estará siempre alerta ante posibles intrusos, aunque se muestre tranquilo y sereno. Al ser un perro discreto, no hará saltar la alarma sin razón aparente. Pero ojo, si lo escuchas ladrar, lo más probable es que haya interceptado a un intruso.
Pero el dogo argentino no es solo un guardián ejemplar. Contrariamente a lo que pueda parecer, si ha recibido una correcta educación, esta raza de perro es la compañía perfecta para la familia, un animal de lo más cariñoso y de una fidelidad sin parangón.
ALGUNOS CUIDADOS ESPECÍFICOS
Recuerda que esta raza está considerada, por ley, como potencialmente peligrosa. Es decir que, para poder tener uno, deberás cumplir ciertos requisitos.
Como comentábamos, educar correctamente a tu dogo argentino es imprescindible para una buena convivencia y para evitar posibles problemas. Para empezar, es clave enseñarle a responder a tus órdenes y llamadas. Dicho esto, la educación en positivo, como siempre, es el mejor y más eficaz sistema de aprendizaje.
Una de las bases para educar al dogo argentino es dejar que se relacione con la gente y pierda la desconfianza que a veces siente por instinto. Por eso, es totalmente contraproducente atarlo o encerrarlo en una caseta. Él debe sentirse uno más de la familia.
En cuanto a su alimentación, a pesar del tamaño que tiene (suele pesar unos 40 kg de media), tu dogo argentino no necesita grandes cantidades de comida. A diferencia de otros perros grandes, no es un comilón como podría presuponerse: 650 gramos diarios de comida seca serán suficientes para él.
No dejes que su aspecto físico y la etiqueta de perro peligroso te engañen, un dogo argentino bien educado es un perro de lo más cariñoso y familiar. Como siempre, la clave está en no fomentar su agresividad, en darle los cuidados necesarios y educarlo en positivo.
FICHA
ALTURA: de 55 a 65 centímetros.
PESO: 40 kilogramos.
COLOR: blanco.
LONGEVIDAD: de 10 a 12 años.