Insulina para perros, ¿cómo utilizarla?

Sí, estás leyendo bien: ¡también hay insulina para perros! ¿Cuándo es necesario utilizarla? En este artículo veremos para qué sirve la insulina para perros, los tipos que existen y las complicaciones que pueden aparecer.

Qué es la insulina para perros

La insulina es una hormona, que se secreta en el páncreas, que las células necesitan para poder utilizar la glucosa como fuente de energía.

Cuando el organismo del perro no consigue usar la insulina —o no la produce— se desencadena la diabetes. Es una enfermedad relativamente frecuente en los perros que, por suerte, se puede tratar. El tratamiento consiste, precisamente, en la administración de insulina para perros.

Si el veterinario determina que tu perro es diabético, le recetará insulina para perros en forma de inyección subcutánea

Para qué sirve la insulina para perros

Por tanto, la principal utilidad de la insulina para perros es ayudar a los perros diabéticos. Administrándoles insulina, estos perros logran que sus células reciban la glucosa para ser utilizada como energía. Sin insulina, los perros diabéticos son incapaces de utilizar la glucosa. Entonces, su organismo busca rutas alternativas para lograr energía. Por ejemplo, el metabolismo de las proteínas y las grasas. El resultado evidente es la pérdida de peso y la cetoacidosis, una grave complicación que puede tener consecuencias fatales.

En líneas generales, se considera que un animal está sufriendo una cetoacidosis diabética cuando sus niveles de glucemia —la cantidad de glucosa en sangre— se descompensan de forma preocupante, lo que genera en la sangre cuerpos cetónicos y acidosis metabólica. Es una condición que puede suponer un riesgo para la vida pues la sangre se llena de sustancias tóxicas que la vuelven ácida.

Tipos de insulina para perros

Existen diferentes tipos de insulina para perros, dependiendo de la velocidad a la que llega la glucosa a la sangre. Así, podemos distinguir entre:

  • Insulinas de acción rápida.

  • Insulinas de acción intermedia. Este es el tipo de insulina para perros más utilizada. Alcanza su pico máximo de control de glucosa entre las 6 y 8 horas desde que se administra. Además, su efecto dura entre 14 y 24 horas.

  • Insulina de acción lenta.

Complicaciones de la utilización de la insulina para perros

La complicación más frecuente es la hipoglucemia. Veamos cuáles son los principales aspectos a tener en cuenta cuando surge esta complicación:

  • ¿Qué es? Una bajada brusca de la glucosa en la sangre. Es una complicación grave que puede conllevar la pérdida de conocimiento de tu perro. Esto se debe a que la glucosa es la fuente de energía principal de órganos como el cerebro.

  • ¿Cuándo ocurre? Si se aplica una dosis demasiado alta o porque el perro ingiera menos comida de la habitual.

  • ¿Cuáles son los síntomas? Tu perro puede parecer desorientado, no coordina sus movimientos y se muestra débil.

  • ¿Qué puedes hacer? Si detectas los síntomas descritos, lo primero que puedes hacer es ofrecerle a tu perro un alimento con azúcar, siempre que esté consciente. De esta manera se subirá la glucosa. También puedes probar a colocar miel en sus encías. Si tu perro no se recupera de inmediato, lo mejor es que acudas rápidamente al veterinario por si se requiere administrar glucosa intravenosa.

¿Cómo utilizar la glucosa para perros?

Como ya hemos apuntado, la insulina se administra de forma subcutánea. Además, es necesario hacer un buen manejo de ella y conservarla en la nevera para evitar que se estropee. Muy importante, no debe congelarse.

Para administrar la insulina debajo de la piel, lo mejor es que el perro esté entretenido. Puede ser un buen momento cuando esté comiendo o que acabe de terminar. Puede administrarse la insulina de dos formas:

  • Una vez al día. En este caso se ofrece un tercio de la ración de alimento que el perro come junto con la insulina. El resto, unas 6 u 8 horas después, cuando la glucosa se encuentra más baja.

  • Cada 12 horas. De este modo se debe dividir la ración de alimento en dos partes. De cualquier forma depende de cada caso específico. El veterinario indicará cuál es la mejor opción en el caso de tu perro. Asimismo calculará la dosis más adecuada y cómo debes administrarla.

Una recomendación a tener en cuenta es administrar la insulina siempre a la misma hora. Esto es porque tras las comidas se produce un aumento de la glucosa en sangre, y se intenta que el pico de glucosa coincida con el efecto máximo de la insulina.

¿Por qué es importante la alimentación en los perros diabéticos?

Como ves, la insulina para perros se administra teniendo en cuenta la alimentación del perro. Por eso, además del tratamiento que te pauta el veterinario para tu perro diabético, es importante ofrecer un alimento adecuado a sus necesidades. Lo más recomendable es ofrecer alimentos que eviten las subidas bruscas de glucosa una vez que se ingieren. Así se logra, además, que el perro tenga un peso saludable.

El alimento ADVANCE Veterinary Diets Diabetes para perros incluye hidratos de carbono complejos —es decir, esos que necesitan dividirse en moléculas más pequeñas para dar lugar a glucosa— y de absorción lenta. 

Además, es un alimento bajo en calorías, lo que ayudará a tu perro a controlar su peso. También incluye fibra soluble, que ayuda a regular el tránsito intestinal y favorece el desarrollo de la flora intestinal beneficiosa.

Como ves, la insulina para perros, un alimento adecuado y ejercicio regular son imprescindibles para controlar la diabetes de tu perro. No te quedes con las dudas y aprende todo lo necesario sobre diabetes canina para estar prevenido ante las posibles complicaciones que puedan presentarse.

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