Mi perro no puede orinar, ¿qué le pasa?

La respuesta a “¿por qué mi perro no puede orinar?” suele estar relacionada con alguna patología del aparato urinario. Como la mayoría de ellas pueden conllevar complicaciones si no son tratadas, es importante detectar el problema y visitar al veterinario para que examine a tu compañero cuanto antes.

CÓMO DETECTAR LOS PROBLEMAS AL ORINAR

Si observas alguno de los siguientes signos y síntomas, te recomendamos llamar a tu veterinario, comentarle “mi perro no puede orinar” y explicarle qué le sucede exactamente:

  • Tu perro tiene dificultades para orinar y notas que necesita más tiempo para realizar las micciones.

  • Observas que hace un esfuerzo al hacer pipí y que la orina sale como por espasmos.

  • Orina de manera frecuente pero en pequeñas cantidades, con un chorro fino o gota a gota. 

  • Su excreción de orina es menor de lo normal.

  • No consigue orinar a pesar de sus esfuerzos.

También es posible que veas algo de pus o sangre en la orina y, según la enfermedad que padezca, puede mostrar otros síntomas como por ejemplo fiebre, vómitos, diarreas, letargia o anorexia.

 

 

¿POR QUÉ MI PERRO NO PUEDE ORINAR?

Cuando te encuentras diciendo “mi perro no puede orinar”, lo más importante es encontrar la causa y tratarla. Las más frecuentes son las siguientes:

  • Alteraciones del tracto urinario inferior (vejiga y uretra). Tu perro puede tener alguna infección o inflamación, algún tipo de obstrucción que no permite el paso de la orina, puede haber recibido un golpe que le haya causado daños, etc. 

  • Alteraciones del tracto genital (próstata o vagina). Las alteraciones en esta zona pueden afectar al sistema urinario por proximidad, presionándolo u obstruyéndolo.

  • Disfunción de la vejiga. Si los músculos de la vejiga de tu perro no funcionan adecuadamente o no los controla, su producción de orina será normal  pero no podrá excretarla correctamente. Puede que, pese a sus esfuerzos, notes que orina de manera discontinua o con un chorro muy fino, y es posible que, una vez deje de intentarlo, comience a eliminar la orina de forma involuntaria mientras camina.

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    Insuficiencia renal. Este problema en los riñones es grave y bastante frecuente, especialmente en perros mayores. En este caso, es posible tanto que digas “mi perro no puede orinar” como “mi perro orina más de lo normal”, en función de la causa y de la fase en que se encuentre la enfermedad. Además, tu perro mostrará otra sintomatología, como pérdida de apetito, náuseas y vómitos, rápida pérdida de peso, anemia, polidipsia (aumento de la sed), etc.

     

CONSEJOS PARA EVITAR ESTOS PROBLEMAS

No existe un sistema de prevención universal que garantice que jamás tengas que decir “mi perro no puede orinar”. Sin embargo, nunca está de más promover la buena salud y el bienestar de su sistema urinario siguiendo estas recomendaciones:

  • Asegúrate de que tu perro tiene siempre disponible agua limpia y fresca.

  • Sácalo con la suficiente frecuencia a zonas donde pueda realizar sus necesidades cómodamente. 

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    Ofrécele una dieta sana y equilibrada, adaptada a su tamaño y edad.

  • Estimula su actividad física diaria.

  • Realiza chequeos veterinarios rutinarios, especialmente si tu perro tiene más de 7 años.

  • Pide información a tu veterinario sobre las ventajas de la esterilización preventiva en relación con las alteraciones del tracto genitourinario.

Como ves, si observas que tu perro no puede orinar, tiene que hacer mucho esfuerzo o orina de forma muy frecuente pero en pocas cantidades, no debes dudar en visitar a tu veterinario. Aunque algunas patologías son graves, la mayoría de ellas pueden resolverse o estabilizarse con un tratamiento temprano y adecuado.

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