Cómo prevenir enfermedades óseas en perros

Las enfermedades óseas no son exclusivas de los humanos; los perros también las pueden sufrir. Sin embargo, puedes prevenirlas controlando la salud de tu perro y, sobre todo, su alimentación.

Una dieta con exceso o falta de vitaminas y minerales puede generar malformaciones óseas, especialmente cuando es cachorro.

VIGILA A TU PERRO, ESPECIALMENTE LOS PRIMEROS MESES DE VIDA

Es muy importante vigilar el crecimiento de tu perro cuando es un cachorro. Los perros tienen un ritmo de crecimiento mucho más acelerado que los humanos y en los primeros 12 meses de vida sus huesos se estiran a gran velocidad.

Mientras este proceso ocurre, los cachorros son mucho más sensibles y frágiles. Por este motivo, es importante vigilar a los cachorros para que no hagan grandes esfuerzos. Es decir, vigila que tu perro no salta muy alto, gire bruscamente o derrape de un modo brusco. Un cachorro tampoco debería correr demasiado. Esto no quiere decir que no deba divertirse; pero con prudencia.

Además de estos cuidados, la dieta representa el otro pilar fundamental de la correcta formación de los huesos de tu perro.

ENFERMEDADES ÓSEAS EN PERROS

Te detallamos, a continuación, los problemas óseos más comunes que puede sufrir tu perro, algunas de las enfermedades que los provocan, sus características y cómo prevenirlas.

  • OSTEOFIBROSIS JUVENIL

     

     

     

    Es una enfermedad que afecta a cachorros (sobre los tres meses de edad) de razas de gran tamaño. Por ejemplo, Pastor alemán, Dogo alemán o el Terranova. Ocasiona deformaciones óseas dolorosas. A menudo cojean o caminan apoyándose en las plantas de las patas, pierden el apetito y sufren trastornos digestivos.

    Debido a la desmineralización ósea, los perros que la sufren suelen tener fracturas espontáneas que deterioran su salud. Esta enfermedad está causada principalmente por la falta de calcio y el exceso de fósforo. Se agrava si existe, además, un exceso de vitamina D.

     

     

  • OSTEODISTROFIA HIPERTRÓFICA

     

     

    Afecta, sobre todo, a razas grandes y gigantes —entre los tres y los ocho meses de edad—. Aparecen zonas de hueso con baja densidad de calcio y desarrollo óseo incorrecto, lo que obliga al perro a cojear al andar y le genera dolores con el simple hecho de tocarlo. Se puede diagnosticar con una radiografía. De forma más que probable, esta enfermedad está causada por una deficiencia de vitamina C o por el exceso de minerales en la dieta. El tratamiento, por lo tanto, se basa en una corrección de la dieta; pero aun así, algunas lesiones pueden permanecer.

     

  • HIPERPARATIROIDISMO SECUNDARIO

     

     

    Esta es la primera de las enfermedades óseas que vamos a ver que se relacionan directamente con la vitamina D. Concretamente, la enfermedad está causada por una falta de calcio y un exceso de vitamina D. El diagnóstico se confirma mediante una radiografía, en la que se podría observar depósitos de calcio en el corazón, los vasos y el riñón de tu perro. Los síntomas son la pérdida de apetito y la fiebre intermitente.

     

  • RAQUITISMO

     

     

    No es de las afecciones más frecuente; por el contrario, ocurre en raras ocasiones. Causa un gran retraso en el crecimiento del cachorro, siendo su consecuencia principal la deformación del esqueleto. El raquitismo es una enfermedad sistémica que afecta a todo el sistema óseo. ¿Qué la ocasiona? La falta de vitamina D que es la encargada de absorber el calcio y el fósforo; es decir, los elementos imprescindibles para fortalecer los huesos.

    Esta deficiencia de vitamina D provoca que los huesos no mineralicen correctamente; en cambio, los cartílagos en crecimiento se ensanchan. Esto haría que tu perro apoyase sus patas con dificultad.

     

  • EXCESO DE VITAMINA D

     

     

    Por el contrario, un exceso de esta vitamina haría que el calcio se depositara de forma irregular en los huesos de tu perro, provocando trastornos digestivos —como diarrea y vómitos—. Como ves, tanto por exceso como por defecto, la vitamina D puede acarrear problemas. No está de más vigilar de cerca el aporte de esta vitamina en la dieta de tu perro.

VIGILA EL EXCESO DE VITAMINAS

Debes tener mucho cuidado cuando administres a tu cachorro vitaminas y minerales complementarios para ayudar a su crecimiento. No lo hagas por tu cuenta y riesgo: corres el peligro de provocar una sobredosis involuntaria. Como has podido comprobar, el exceso de vitaminas y minerales puede traerle a tu cachorro más desventajas que beneficios.

Lo ideal siempre es que alimentes a tu perro a base de una dieta equilibrada. Para ello, debes tener en cuenta la raza y la edad de tu perro. Por supuesto, no deben faltar las visitas periódicas a tu veterinario de confianza.

Después, en casa, debes poner en práctica todas sus recomendaciones. Y, ante cualquier síntoma sospechoso, consulta con el facultativo.

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