San Bernardo. Características y tamaño
Una montaña nevada y un esquiador casi desvanecido bebiendo del pequeño barril que cuelga del cuello de un perro gigante.
Gigante y adorable. ¿No es esa, acaso, una de las escenas más típicas donde imaginamos un San Bernardo? Pues sí: el fuerte perro salvador de las montañas al servicio de los humanos vencidos por la nieve. Es una buena descripción general del carácter del San Bernardo pero, ¿quieres saber más sobre esta raza? En este artículo de lo contamos.
CARACTERÍSTICAS DEL SAN BERNARDO
El San Bernardo es un perro muy grande: un macho mide entre 70 y 90 centímetros y una hembra entre 65 y 80 centímetros. En cuanto a su peso, puede estar entre los 60 y los 90kg y su longevidad ronda los 10 años.
Este perro es blanco con manchas de color marrón rojizo más o menos grandes, incluso forman un manto continuo de color marrón rojizo sobre el lomo y los flancos. Los colores pueden tener matices de marrón rojizo atigrado o amarillento en el cuerpo y color marrón oscuro en la cabeza.
Cepilla cada día su abundante pelo, especialmente en las épocas de muda, en las que perderá una enorme cantidad de subpelo lanoso y dedica atención a limpiar la zona de la cara, ojos y orejas. Sácale las legañas con frecuencia. ¿Baño? Solo 3 ó 4 veces al año.
CARÁCTER DEL SAN BERNARDO, ¿ES AGRESIVO?
El San Bernardo está considerado el 'perro nacional suizo'. Es extrovertido, pacífico y bondadoso; manso y afectuoso, muy leal y devoto a quien lo crió desde pequeño.
Es muy bonachón, dulce, afectuoso y ponderado. Ocupa un lugar importante en la familia, en especial para los más pequeños. Aunque puedes llegar a temer por su gran tamaño, él es consciente de su fuerza y para nada abusón. Se lleva muy bien con los niños; de hecho siente especial atracción por ellos, lo que le ha valido el apodo de 'perro niñera'. No es exageradamente agresivo, ya que su tamaño y potencia física hacen que pueda defenderse y proteger a su familia sin necesidad de mostrar agresividad manifiesta. Eso lo convierte en un excelente guardián.
SU INSTINTO DE SALVAMENTO
Su oído, extremadamente desarrollado, le permite escuchar sonidos imperceptibles emitidos desde varios kilómetros de distancia. Su olfato también le permite identificar olores muy alejados, funcionando prácticamente como un telescopio.
Por otro lado, su gran sentido de la orientación impide que se pierda en la montaña, incluso en condiciones climatológicas adversas. Y al mismo tiempo, tiene un sentido del deber inquebrantable y no escatima ningún esfuerzo hasta que ha cumplido la misión que se le ha encomendado. Todas estas cualidades hacen del San Bernardo el perro de salvamento en montaña por excelencia, con una magnífica leyenda a sus espaldas.
¿CÓMO EDUCAR AL SAN BERNARDO?
El San Bernardo es un perro muy sensible, por lo que su educación debe ser delicada, basada en la tranquilidad y la comprensión. Aún así, debes saber imponer tu autoridad, con una mezcla de dulzura y firmeza. Un San Bernardo poco disciplinado puede acabar siendo una auténtica tortura para la familia.
Necesitará espacio para poder moverse y ejercitarse, dentro y fuera de la casa. Su apetito es proporcional su tamaño: descomunal. Precisa, a cualquier edad, una gran cantidad de proteínas. Ofrécele entre 860 y 1200 gramos diarios de pienso repartidos en varias tomas.
El San Bernardo tiende a babear; una circunstancia que puede resultar muy molesta en ciertos casos. Si esto te resulta imposible de superar, es probable que esta no sea la raza indicada para ti. Conviene que seas exigente con él en el terreno de la limpieza, especialmente en lo que compete a sus necesidades. Enséñale dónde hacer sus necesidades y no seas permisivo si no lo cumple, ya que su volumen es proporcional a su tamaño.