La tendinitis en perro: pata delantera

¿Sabías que los problemas articulares son muy frecuente en los perros? Pueden afectar a cualquier extremidad o articulación. Sin embargo, en este artículo vamos a centrarnos en la tendinitis en perro en la pata delantera. En especial, la tendinitis del bíceps braquial. Si quieres saber cómo reconocerla y los tratamientos que pueden ayudar a tu perro a superarla, sigue leyendo.

Qué es la tendinitis en el perro

 

Una tendinitis es una inflamación de los tendones; es decir, de la parte final del músculo que va unida al hueso. Los tendones son un tipo de tejido conectivo, fibroso y fuerte. Cuando el músculo se contrae, el tendón tira de él haciendo posible el movimiento. Por eso, cuando los tendones se inflaman el movimiento de la articulación también se ve afectado.

 

Síntomas de tendinitis en perro (pata delantera)

 

Una tendinitis en el perro en la pata delantera duele. Por eso, tu perro trata de utilizar su pata afectada lo menos posible y evita apoyar peso en ella. Así, los principales síntomas que denotan una tendinitis en perro (pata delantera) son:

 

  • Tu perro cojea porque evita apoyar el peso en la pata afectada. Esta cojera, además, empeora con la actividad. Todo lo contrario a la artrosis, por ejemplo, en la que las cojeras son en frío y mejoran con el movimiento.

  • La pata está inflamada y tu perro siente dolor.

  • Para tratar de calmar el dolor, es probable que tu perro mantenga levantada la para afectada.

     

La tendinitis del bíceps braquial

 

Cualquier articulación puede verse afectada por una tendinitis en perro (pata delantera). No obstante, las más frecuentes afectan al hombro, en especial al bíceps braquial.

 

La tendinitis de este músculo es más frecuente en perros de tamaño mediano o grande y muy activos, ya que el movimiento repetido sobre la articulación va dañando poco a poco el tendón. La tendinitis en perro (pata delantera) también puede aparecer por traumatismos en la zona o por un problema previo en la articulación.

 

Por ejemplo, la OCD (osteocondritis disecante) que es una enfermedad que afecta al cartílago que recubre la parte del húmero que conecta con el hombro. Otro problema que puede provocar la tendinitis son los procesos degenerativos de las articulaciones, más comunes en perros mayores.

 

Este músculo, bíceps braquial, proporciona estabilidad a la articulación del hombro y participa en el movimiento de extender el hombro y flexionar el codo. Además de la cojera, el daño en el bíceps braquial se manifiesta al flexionar el hombro con el codo extendido. Cuando eso sucede, el dolor es evidente en tu perro.

 

Por otra parte, si el problema se dilata en el tiempo, el músculo del hombro se atrofia.

 

¿Cómo se diagnostican las tendinitis?

 

Si notas que tu perro cojea, es recomendable visitar a tu veterinario de confianza. Explorar la pata de tu perro es fundamental para hacer un diagnóstico, aunque a veces es necesario hacer alguna prueba:

 

  • Una radiografía puede ser útil para observar cambios en la articulación; aunque no siempre se ven los tendones en este tipo de pruebas.

  • Una ecografía también es útil así como la artroscopia, otra técnica de imagen que consiste en introducir una cámara de vídeo para ver la articulación.

  • Un TAC y una resonancia magnética también permiten ver el tendón.

     

¿Cómo se trata la tendinitis en perro (pata delantera)?

 

Lo más importante y lo que te recomendarán en la clínica veterinaria es reposo. Unido a los antiinflamatorios, ayudarán a reducir la inflamación y el dolor. Muchos casos de tendinitis en perro (pata delantera) suelen resolverse así. De lo contrario, tu perro podría necesitar cirugía.

 

La fisioterapia también puede ayudar a recuperar la movilidad; así como la radioterapia. Este tratamiento consiste en aplicar ondas de baja frecuencia sobre el tejido afectado aumentando la temperatura, lo que activa la circulación sanguínea. Esto provoca que aumente la producción de colágeno en el tendón y disminuya el dolor.

 

Como ves, la tendinitis en perro en la pata delantera puede afectar a la movilidad de tu mejor amigo, especialmente la que ocurre en el bíceps braquial. Si sospechas que tu perro sufre este problema, llévalo a tu clínica veterinaria de confianza para que empiece cuanto antes con la terapia que le permita recuperar la movilidad de la articulación.

 

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