¿QUIERES DISFRUTAR DE PREMIOS, DESCUENTOS Y MUCHAS MÁS VENTAJAS?
Te explicamos qué debes tener en cuenta antes de su llegada.
En los próximos días ambos experimentaréis grandes cambios, que en algunos momentos puede suponer nervios y desorientación. Por eso, ayúdalo y facilita su llegada lo máximo posible, para que pueda acostumbrarse a su nuevo entorno.
Retira objetos que puedan causarle daño, por ejemplo los cables, y ten cuidado con la ubicación de productos nocivos.
Recuerda que está en un nuevo entorno y le gustará explorar y jugar con todo lo que esté a su alcance. Por eso, si consideras que algún objeto puede resultar dañado, será mejor que lo dejes fuera de su alcance.
Si tu cachorro va a estar en un jardín o terraza sin supervisión, asegura que no haya hoyos o huecos por los que pueda escaparse o caerse de una altura.
Deja a tu cachorro que explore y conozca su nuevo entorno. Enséñale donde están sus cosas, dale tranquilidad, cariño y comprensión. Déjale explorar por las diferentes habitaciones y permítele que husmee sin reñirle. Los primeros días, hasta que se acostumbre al nuevo hogar, conviene que pueda disfrutar de tu presencia lo máximo posible, pero no de una atención continuada. Recuerda asignarle un espacio dónde dormir.
Explica a los niños como han de tratarlo: enséñales a jugar con el cachorro, pero también a respetar sus momentos de tranquilidad. Sobre todo los primeros días, supervisa todos los momentos en los que los niños y el cachorro estén juntos.
Si la otra mascota lleva más tiempo en casa, es posible que necesite tiempo para acostumbrarse al nuevo miembro de la familia. Dale tiempo y no lo regañes si no actúa de la forma que esperabas en el primer momento, y sobre todo, no desatiendas a la mascota que llegó primero. Prémialos cuando se porten bien estando juntos.
Ignóralo, ya que lo hará para llamar la atención. Si llora por la noche o cuando está solo, puedes poner en su camita una botella con agua tibia envuelta en una toalla para que le recuerde al calor de su madre, o también un reloj de cuerda cuyo tictac le recuerde al corazón. Acude a tranquilizarlo si está inquieto, pero no acudas siempre a su llamada.
El mejor momento para reñir a tu cachorro es cuando lo pillas “in fraganti” haciendo algo que no debe, de forma que lo asocie a la acción. Aplícalo siempre y se insistente para que lo aprenda.
Si hace destrozos cuando está solo en casa, no le prestes atención unos minutos antes de salir de casa y haz lo mismo al regresar. No lo saludes hasta que no esté tranquilo y haya dejado de perseguirte. Si lo riñes cuando llegas a casa, no lo asociará con la acción de destrozar y solo conseguirás que te reciba con miedo. También, cuando lo dejes solo en casa, asegúrate que está en un lugar seguro de la casa donde no pueda hacerse daño ni realizar destrozos.
Llévalo en brazos en sus primeros paseos para que se acostumbre a sonidos de la calle y así evitar que en un futuro le den miedo o que tenga un carácter agresivo hacia ellos.
Primero necesitas enseñarle a pasear con correa. Para eso, acostúmbrale a llevar el collar en casa. Enséñale a caminar a tu lado. ¿Cómo? Cada vez que estire de la correa, cambia de dirección desorientándole. Hazlo siempre durante los primeros paseos, aprenderá a adaptarse a tu paso.
Tu cachorro no puede controlar los esfínteres, por lo que es inútil que le riñas cuando orine o defeque en un lugar inapropiado. ¿Cómo enseñarle?
• Cubre una superficie amplia con papeles de periódico.
• Echa sobre el periódico unas gotitas de lejía para que se sienta motivado a hacerlo en ese lugar.
• Poco a poco ve quitando papeles de periódico, hasta que solamente quede una hoja.
Cuando comience a salir a la calle, los primeros días sal con la hoja de papel. Cuando lo haga sobre la hoja prémiale con un snack.
La primera vez que suba al coche, déjalo que lo olfatee y que lo explore. Intenta que encuentre algún juguete especial o algún snack. Al principio los viajes deberán ser más cortos, y poco a poco podrás realizar viajes más largos. Recuerda que no puede ir suelto en el coche, por lo que deberá ir en el trasportín en el asiento trasero o en el maletero o en la parte trasera del coche con la red o reja de separación específica.
El cachorro que acabas de adoptar está identificado con el microchip de reglamento. Es su “DNI”, por lo que es obligatorio, y además en caso de pérdida, es casi la única manera de recuperarlo.
Es un dispositivo sencillo que el veterinario implanta bajo la piel, en la zona del cuello o cruz. Está asociado a un código numérico en el que constan los datos de tu mascota y los tuyos.
Recuerda actualizar los datos del Microchip en caso de que modifiques alguno de tus datos personales
Es recomendable que coloques también una placa en el collar de tu cachorro, con su nombre y tu número de teléfono, para localizarte de una forma rápida en caso que se pierda. Además, en algunas comunidades autónomas es obligatorio.
La Ley obliga a censar a tu nueva mascota en el censo de tu municipio. ¿Qué tienes que presentar para censar a tu perro?
• Copia de la cartilla veterinaria
• Copia de tu DNI
• Copia del documento de alta en el Archivo de Identificación de Animales de Compañía (te lo entregaron en el momento de recoger a tu cachorro)
• Rellenar el impreso del censo y pagar la tasa establecida
Los primeros días es posible que tu cachorro sufra algún trastorno digestivo leve y que no quiera comer. Es normal, no te asustes y ayúdalo a superarlo dándole la misma comida que le daban antes de llegar a casa. Deja la comida a su alcance unos diez minutos y retírala aunque no la haya probado. No le dejes el comedero con comida durante todo el día; es importante que se acostumbre a obtener la comida a través de ti.
¿Cómo cambio de pienso?
No lo hagas de manera radical. Comienza a introducirlo a la semana, mezclando el nuevo con el actual.
¿Qué no debe comer?
• Huesos: sobre todo los de aves, ya que pueden astillarse y provocar perforaciones en el estómago e intestino.
• Dulces: los perros no digieren bien el exceso de azúcar.
• No abusar de los snacks: Utilízalos solo como premio en el aprendizaje, ya que suelen tener muchas grasas.
• No es conveniente la comida casera: la falta de algunos nutrientes hará que no sea completa ni equilibrada, no contribuyendo a un crecimiento óptimo.
Puedes bañar a tu cachorro por primera vez después del primer ciclo de vacunas, que será a las 10 semanas. Si antes de este periodo el olor es poco agradable, puedes limpiarlo con toallitas húmedas.
• No lo bañes en exceso: los cachorros de pelo corto pueden bañarse dos veces al año, mientras que los de pelo largo es recomendable hacerlo cada 3 meses
• Hazlo en la bañera con agua tibia y sin corrientes de aire
• Utiliza un champú especial para cachorros
• Cuidado que no le entre jabón en los ojos ni en la orejas
• Sécalo bien y mantenlo en una habitación cálida hasta que se haya secado completamente
Sus dientes de leche comenzarán a caerse entre los 6 y 7 meses y comenzarán a salir los dientes definitivos. Controla con tu veterinario su salud bucodental. Usa juguetes especialmente diseñados para que desarrolle correctamente la dentición y las encías.
Los perros mudan el pelo, aunque lo tengan corto o largo. Cepillarlo con regularidad ayudará a eliminar los pelos muertos. Infórmate de cuales son los cepillos más adecuados a su pelaje.
• Pelo corto:cepilla a tu cachorro una o dos veces por semana
• Pelo largo:cepilla a tu cachorro a diario, con delicadeza para no hacerle daño.
Es un buen momento para revisar su piel y asegurarte que no tiene ninguna herida o parásito en la piel.
Ayudará a prevenir infecciones. Si tienes un cachorro de pelo largo y tiene las orejas caídas, presta especial atención, ya que son propensos a acumular residuos. Hazlo una vez al mes con una gasa húmeda. Nunca utilices bastoncillos.
Es recomendable que lo haga el veterinario, pero en caso de que lo hagas tú, utiliza un cortauñas para perros, sujeta la patita de tu cachorro y presiona con el pulgar sobre la base de la uña. Haz cortes muy pequeños en la punta de la uña, sin llegar al vaso sanguíneo.
Pasa alrededor de los ojos una gasa húmeda eliminando las secreciones y las legañas.
Es la forma más sencilla y práctica de educar y comunicarte con tu cachorro, y además, fomenta su socialización con otro perros y mascotas. Es importante que a través del juego aprenda a respetar las normas, controlar la fuerza de su mordida, los ladridos, su fuerza corporal y expresar sus necesidades mediante su lenguaje corporal.
Recuerda que la iniciativa para empezar el juego y para finalizarlo debe ser tuya, por lo que si te pide jugar en un momento no adecuado, ignóralo. Cuando haya desistido, juega con él hasta que tú decidas. De esta forma, aprenderá a respetar tanto tu espacio como tu descanso.
Consigue un juguete que pueda morder y del tamaño adecuado para que no lo trague
Evita que juegue con palos y piñas, para que no se astille
Evita jugar en zonas en las que haya cosas que puedan dañarse
Deja a su disposición juguetes cuando esté solo en casa