A veces parece que nuestro gato está esperando cualquier oportunidad para meterse en problemas. Por eso, las personas que conviven con felinos suelen acostumbrarse a tratar pequeñas heridas y accidentes. Si en alguna ocasión la situación parece más grave, es el momento de actuar rápidamente, pero manteniendo la calma.
MORDEDURAS Y ARAÑAZOS
Si aparece con una herida con sangre o fluido sanguinolento, o una zona con pelo pegados, inflamada y caliente, seguramente tu gato ha sufrido el ataque de otro animal. Aunque las lesiones te parezcan de poca importancia, no te confíes y llévalo al veterinario cuanto antes: puede tener lesiones internas o riesgo de infección que te pasen desapercibidos.
PICADURAS
Las picaduras, además de dolorosas, pueden inflamarse mucho e incluso provocarles alergia. Revisa la zona en busca del aguijón para retirarlo con unas pinzas. Después, si la zona está roja, inflamada o caliente, acude al veterinario para que pueda tratarle con corticosteroides apropiados.
INTOXICACIONES E INDIGESTIONES
Las intoxicaciones por productos químicos y venenos siempre deberán ser tratados con la mayor brevedad posible por un veterinario. Si padece diarreas por la ingestión de alimentos inadecuados o en mal estado, lo mejor es un ayuno que no supere las 24 horas. Si su estado no mejora en pocas horas, o empeora, habrá también que acudir al veterinario.
LESIONES OCULARES
Las heridas en los ojos pueden tener muchas causas: irritaciones, arañazos de otro gato, laceraciones producidas por una planta… Verás que la tendencia del gato será a rascarse o frotarse el ojo. Por eso, es conveniente que tengas a mano un collar isabelino y que se lo pongas antes de salir hacia el veterinario para evitar que se haga aún más daño.
PREVENCIÓN
La precaución y la prevención son nuestras mejores armas para evitar disgustos. Evita cualquier juguete que puedan tragar, protege los balcones y ventanas, evita que tenga contacto con otros animales que puedan hacerle daño y quita de su vista los productos químicos y cebos con los que pueda intoxicarse.
CUERPO EXTRAÑOS
A veces, pequeños objetos, espigas de plantas, hilos y trozos de tela pueden alojarse en su boca, garganta, oídos u ojos. Hay que tener especial cuidado con las agujas, trozos de cristal y de plástico duro. No intentes extraerlo tú solo, ya que podrías causar más lesiones. Si ves que tu gato sacude la cabeza, la pone de lado o se frota los ojos, boca u orejas, acude tan pronto puedas a un veterinario.
GOLPES, CAÍDAS Y TRAUMATISMOS
Si tu gato cojea, arrastra alguno de sus miembros o lo tiene paralizado, presenta heridas u otros signos evidentes de golpes o contusiones, o bien si está muy quieto y no responde, seguramente haya sufrido un traumatismo. Abrígalo con una manta y transportarlo inmovilizado al veterinario más cercano.
HEMORRAGIAS
Si sangra abundantemente, presiona la zona con cuidado y un paño, gasa o algodón limpios. Si no es suficiente, o no puedes continuar presionando hasta llegar al veterinario, deberías realizar un vendaje moderadamente compresivo sobre la zona de sangrado.
MORDEDURAS Y ARAÑAZOS
Si aparece con una herida con sangre o fluido sanguinolento, o una zona con pelo pegados, inflamada y caliente, seguramente tu gato ha sufrido el ataque de otro animal. Aunque las lesiones te parezcan de poca importancia, no te confíes y llévalo al veterinario cuanto antes: puede tener lesiones internas o riesgo de infección que te pasen desapercibidos.
PICADURAS
Las picaduras, además de dolorosas, pueden inflamarse mucho e incluso provocarles alergia. Revisa la zona en busca del aguijón para retirarlo con unas pinzas. Después, si la zona está roja, inflamada o caliente, acude al veterinario para que pueda tratarle con corticosteroides apropiados.
INTOXICACIONES E INDIGESTIONES
Las intoxicaciones por productos químicos y venenos siempre deberán ser tratados con la mayor brevedad posible por un veterinario. Si padece diarreas por la ingestión de alimentos inadecuados o en mal estado, lo mejor es un ayuno que no supere las 24 horas. Si su estado no mejora en pocas horas, o empeora, habrá también que acudir al veterinario.
LESIONES OCULARES
Las heridas en los ojos pueden tener muchas causas: irritaciones, arañazos de otro gato, laceraciones producidas por una planta… Verás que la tendencia del gato será a rascarse o frotarse el ojo. Por eso, es conveniente que tengas a mano un collar isabelino y que se lo pongas antes de salir hacia el veterinario para evitar que se haga aún más daño.
PREVENCIÓN
La precaución y la prevención son nuestras mejores armas para evitar disgustos. Evita cualquier juguete que puedan tragar, protege los balcones y ventanas, evita que tenga contacto con otros animales que puedan hacerle daño y quita de su vista los productos químicos y cebos con los que pueda intoxicarse.
CUERPO EXTRAÑOS
A veces, pequeños objetos, espigas de plantas, hilos y trozos de tela pueden alojarse en su boca, garganta, oídos u ojos. Hay que tener especial cuidado con las agujas, trozos de cristal y de plástico duro. No intentes extraerlo tú solo, ya que podrías causar más lesiones. Si ves que tu gato sacude la cabeza, la pone de lado o se frota los ojos, boca u orejas, acude tan pronto puedas a un veterinario.
GOLPES, CAÍDAS Y TRAUMATISMOS
Si tu gato cojea, arrastra alguno de sus miembros o lo tiene paralizado, presenta heridas u otros signos evidentes de golpes o contusiones, o bien si está muy quieto y no responde, seguramente haya sufrido un traumatismo. Abrígalo con una manta y transportarlo inmovilizado al veterinario más cercano.
HEMORRAGIAS
Si sangra abundantemente, presiona la zona con cuidado y un paño, gasa o algodón limpios. Si no es suficiente, o no puedes continuar presionando hasta llegar al veterinario, deberías realizar un vendaje moderadamente compresivo sobre la zona de sangrado.