8 consejos para bañar a un gato

Aunque no es algo que deba hacerse con frecuencia, bañar a un gato es una tarea que puede resultar de lo más difícil. Así que, si algún día tienes que hacerlo, conocer estos trucos te será de gran utilidad.

Antes que nada, la gran pregunta que debemos hacernos es: ¿es imprescindible bañar a un gato? La respuesta puede ser controvertida, pero lo cierto es que no es algo obligatorio, ya que los felinos suelen tener un buen cuidado de su higiene.

Dicho esto, sí es cierto que en ciertas situaciones puede ser necesario, bien porque tu compañero ha estado enfermo o fuera de casa y no ha podido ocuparse de su higiene, bien porque necesita un tratamiento dermatológico por algún problema en su piel.

Como hay diversas circunstancias que pueden hacer necesario que bañes a tu gato, veamos a qué trucos puedes recurrir para que sea lo más fácil posible para ti y lo menos incómodo para él.

8 TRUCOS PARA BAÑAR A UN GATO

  • Prepara bien el lugar del baño.

    Cuando necesites bañar a tu gato, te recomendamos que tengas en cuenta el espacio donde lo vas a hacer. Elige un lugar que te sea cómodo y ten a mano todo aquello que vayas a necesitar: un jabón específico para felinos, una toalla, etc.

  • Ármate de paciencia.

    Como ya hemos avanzado, lo más probable es que bañar a tu gato no vaya a ser fácil. Así que, mantén la calma en todo momento, ten paciencia y sé tolerante. Eso sí, también es importante que actúes con seguridad en ti.

  • Cepíllalo antes.

    Quítale el exceso de pelo muerto cepillándolo antes del baño y, si tiene algún nudo en el pelaje, deshazlo o córtaselo. También puedes hacerlo el día anterior para reducir el estrés de la jornada del baño.

  • Intenta hacerlo con ayuda.

    Si sois dos personas para bañar a tu gato, será mejor tanto para el manejo del felino como para poder transmitirle una mayor sensación de calma al animal. Además, es importante que le hables con dulzura y suavemente durante todo el proceso.

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    Elige bien el día.

    Es conveniente que, cuando bañes a tu felino, no esté excesivamente nervioso. Además de que eso te dificultaría mucho la operación, si lo está, podría sufrir algún tipo de bloqueo o trauma, así que no lo obligues a someterse al baño e inténtalo en otro momento. Tu gato es muy sensible emocionalmente y algo así podría acarrear problemas futuros. Puedes valorar su estado de ánimo acercándote a él, acariciándolo (cosa que además te ayudará a relajarlo) y escuchando el grado de su ronroneo.

  • Protege sus oídos.

    Antes de la exposición al agua, debes ponerle una bolita de algodón en cada oído para evitar que el líquido pueda causarle problemas. Al bañarlo, hazlo con agua templada (unos 30 °C) y no lo sumerjas en la pica o bañera.

  • Sigue estos pasos.

    Empieza a ponerle agua desde el cuello hacia abajo para no agobiarlo. Lo puedes hacer con la mano, suave y lentamente, o con una esponja. Cuando todo su cuerpo esté mojado, enjabónalo y deja que el jabón actúe 5 minutos (o más si se trata de un tratamiento veterinario que lo requiera). Vuelve a pasarle agua por todo el cuerpo hasta que esté bien aclarado. Es muy importante que no le queden restos de jabón, ya que podrían producirle picores o reacciones en la piel.

  • No uses el secador.

    A la mayoría de los gatos no les gusta el secador por el ruido que hace, así que te recomendamos que no lo uses, a no ser que tu gato lo tolere. En lugar de eso, puedes usar una toalla, con cuidado y cariño, e incluso poner alguna fuente de calor cerca que no pueda provocar incendios, como un radiador o una estufa de aceite.

     

Con estos consejos, bañar a tu gato cuando sea necesario será más sencillo para ti y menos incómodo para él. Aún así, recuerda mantener la calma en todo momento y nunca forzar al animal más de la cuenta. 

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