El gato es carnívoro por naturaleza por lo que, si quieres que crezca sano y fuerte, deberás suministrarle los nutrientes que necesita, como son proteínas y grasas de origen animal y la taurina, un aminoácido esencial.
El gato es muy exigente con su comida y la rechazará a menos que esté limpia, a buena temperatura y en buen estado. Si, cambias súbitamente un producto, es posible que no lo pruebe. Pero, ¡cuidado! los gatos no comen lo mejor para ellos, sino lo que más les gusta. Por eso necesitan que su dueño controle su dieta.
Existen varios tipos de alimentos para gatos, adecuados a las circunstancias de cada uno: especiales para gatos esterilizados, para gatitos, para gatos con problemas renales u otros problemas de salud… Busca el más adecuado para tu compañero y, si tienes dudas, pregunta en una tienda especializada o en el veterinario.
Lo mejor es escoger un alimento cuidadosamente preparado para ofrecer a tu gato todos los nutrientes adecuados según la edad, control de peso, control de bolas de pelo, para evitar problemas renales... Elige el que esté más acorde con sus necesidades y sigue el consejo del veterinario. Las marcas incluyen la lista de ingredientes y sus nutrientes en el envase. Un gato adulto necesita de una dieta que contenga de 30 a 45% de proteínas y de un 10 a un 30% de grasas, aunque esto varía según el peso y la edad.