Gato hiperactivo, ¿cómo calmarlo?

¿Puede un gato ser hiperactivo? Si tu gato te sorprende con explosiones de energía descontrolada quizás lo sea. Por suerte, puedes calmarlo, aunque también debes estar atento a las posibles enfermedades que causan la hiperactividad.

En este artículo queremos enseñarte cómo reconocer a un gato hiperactivo. Partimos de la base de que tu gato puede mostrar picos elevados de actividad que lo llevan a saltar, correr a gran velocidad o trepar sin aparente control. Además, podrías observarlo en una actitud exagerada de caza o maullando más de lo normal. Estas conductas son propias de su especie; pero, a veces, las alteraciones en el comportamiento o determinados problemas de salud pueden estar asociadas a la hiperactividad.

¿QUÉ ES LA HIPERACTIVIDAD EN EL GATO?

A la hora de determinar si tienes un gato hiperactivo, primero debes haber observado cuál es el nivel de actividad normal de tu gato. Es decir, debes conocer sus patrones generales de conducta. Si el nivel de actividad es de realmente excesivo o anormal, te darás cuenta. 

Ahora bien, podría pasar que te llamen la atención los comportamientos de tu gato porque te parezcan anormales. Sin embargo, puede que hayas interpretado mal esos indicios porque, en realidad, desconoces cuál es la conducta natural propia de los felinos. Por ejemplo, ¿sabes por qué ronronea tu gato?

Por eso, lo primero que vamos a hacer es definir son los ritmos de actividad de los felinos. Además, debes tener en cuenta que las conductas naturales de los gatos pueden variar según la raza, edad, temperamento, salud o estado emocional.

RITMOS DE ACTIVIDAD FELINA

Aunque pueden variar de un gato a otro, podemos establecer ciertos parámetros que definen el comportamiento normal y propio de los gatos. ¡Veámoslos!

Por lo general, los gatos duermen aproximadamente entre 11 y 15 horas al día. Esto supone un 50% de su tiempo diario, aunque no duermen tantas horas seguidas, sino que lo hacen alternando periodos de baja actividad con otros de hiperactividad normal.

  • Los gatos jóvenes muestran mayor actividad al amanecer y anochecer. En estos momentos, tu gato tiene más ganas de jugar y demostrar sus dotes de cazador.

  • Si tu gato es adulto, su comportamiento será más variable. Podría estar más activo por la noche, alternar los tiempos de actividad entre las horas de luz y de oscuridad más o menos de forma equitativa o, si está muy adaptado a tus rutinas, dormirá de noche y se activará por el día.

En cualquier caso, debes observar a tu gato diariamente para determinar cuáles son sus rutinas normales. Teniendo esto claro, podemos decir que habrá un problema de salud en un gato hiperactivo que ha experimentado un incremento excesivo de su actividad que no se corresponde con sus conductas naturales.

¿EXISTEN PATOLOGÍAS QUE HAGAN A MI GATO HIPERACTIVO?

Puedes identificar mucho mejor a un gato hiperactivo si además del cambio drástico en su comportamiento observas otros síntomas asociados. Por eso, debes conocer algunas de las causas patológicas de la hiperactividad del gato:

  • Comportamiento alterado que se deriva de un espacio poco o nada adaptado a la naturaleza del gato o, incluso al confinamiento. Si los gatos no pueden dar rienda suelta a los instintos y comportamientos propios de su especie, pueden desarrollar estrés y ansiedad que modificarán su conducta. Concretamente, tendrá explosiones de actividad con el fin de dar salida a la energía acumulada.

  • Problemas en el sistema nervioso. Las patologías que aparecen en los gatos mayores, por ejemplo, como la demencia senil son la causa de comportamientos anormales. Si tu gato es mayor y lo escuchas vocalizar sonidos extraños, se desorienta y tiene picos de hiperactividad es probable que tenga una alteración neurológica.

  • Diferentes enfermedades que causan picor, dolor o cualquier otra molestia en el gato pueden provocar alteraciones en el comportamiento felino. Un ejemplo es el hipertiroidismo felino, un desorden endocrino que provoca un estado de nerviosismo e hiperactividad en el gato. Además, este estado de excitación está acompañado de un aumento de la sed, por ende se incrementan las visitas a la bandeja de arena y, también, el gato tendrá más hambre por lo que aumenta de peso y puede tener molestias gastrointestinales.

¿CÓMO PUEDO CALMAR A MI GATO HIPERACTIVO?

Si tienes en casa un gato hiperactivo, además de acudir a tu veterinario de confianza para determinar la causa de la hiperactividad, es lógico que quieras saber cómo puedes calmarlo. Te compartimos algunas herramientas para que no te invada a ti también el estrés:

  • Adapta el espacio a las necesidades de tu gato: es imprescindible que tu gato esté estimulado física y mentalmente. Permítele desarrollar su comportamiento natural; es decir, procura que tenga rascadores y juegos que le ayuden a quemar energía y alcanzar la calma. Te aconsejamos incentivar los juegos por la noche de forma que tengas margen para que se relaje justo antes de ir a dormir.

  • Promueve estados de calma en casa: es tan fácil como ignorar a tu gato cuando tiene picos de hiperactividad y no deja de arañar y morder. En cambio, si lo recompensas en los momentos de calma, fomentarás la búsqueda de estos ratitos de paz.

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    Busca un compañero felino para tu gato: puede ser la solución para que tu gato queme energía, aunque debes valorarlo bien. Por ejemplo, un gato mayor se estresará con un compañero nuevo y con más energía.

     

  • Ignora las llamadas de atención que se producen en la noche: tu tiempo de descanso es sagrado. Incluso si no tiene una patología tu gato no debe acostumbrarse a que si llama tu atención, respondas y le des lo que busca. Si tu gato es de hábitos nocturnos, dale comida antes de irte a dormir. Muchos gatos, después de comer, prefieren dormir una siesta.

  • Utiliza feromonas apaciguantes: estas sustancias sintéticas podrían ayudar a tu gato a calmarse en aquellas situaciones que le provocan mucho estrés.

  • Visita al veterinario: es imprescindible para resolver todas las dudas que tengas con respecto al cuidado de tu gato. Especialmente, si observas conductas o síntomas extraños. Tu gato podría estar enfermo.

  • Busca el asesoramiento de un etólogo: si tu gato presenta una alteración de la conducta, este experto te ayudará a determinar las causas de este comportamiento y, de ser necesario, te propondrá un tratamiento o cuidados específicos.

Como hemos visto, no podemos olvidar que los gatos son gatos. Tienen sus comportamientos naturales y su instinto los llevará a hacer cosas que, a veces, no te gusten o te resulten incómodas. Para tener una buena convivencia es necesario que comprendas y te adaptes a esas necesidades primarias de tu gato. Pero, si observas que su conducta se altera y no te parece normal, consulta a tu veterinario para descartar que convives con un gato hiperactivo. Y si fuera así, ponte en sus manos para ayudar a tu gato a encontrar la calma.

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