Cómo desparasitar un gato interna y externamente: la guía definitiva
Es muy probable que, a lo largo de su vida, tu gato se vea expuesto a parásitos tanto internos como externos, lo que puede afectar su salud y bienestar. Prevenir y tratar estas infestaciones es esencial para mantener a tu felino en óptimas condiciones. En esta guía te explicamos qué son los parásitos en gatos, cómo detectarlos, y, sobre todo, cómo desparasitar de forma eficaz tanto a nivel interno como externo, incluyendo medidas preventivas para evitar futuras infestaciones.
¿QUÉ SON LOS PARÁSITOS EN GATOS?
Los parásitos son microorganismos que viven a expensas de otro ser vivo, en este caso, tu gato. Pueden alojarse en el intestino, en el sistema cardio pulmonar o en otros órganos, y provocar síntomas como diarrea crónica, pérdida de peso, mal estado del pelaje, distensión abdominal o vómitos. Cabe destacar que incluso los gatitos lactantes pueden infectarse si la madre está infestada, ya sea a través de la placenta o de la leche.
PARÁSITOS INTERNOS: CLASIFICACIÓN Y SÍNTOMAS
Los parásitos internos son aquellos que se instalan en el interior del organismo de tu gato, afectando principalmente el sistema digestivo, pero también otros órganos. Conocer su clasificación y los síntomas que provocan es fundamental para identificar una infestación a tiempo y aplicar el tratamiento adecuado. En esta sección se agrupan en tres grandes categorías: protozoos, cestodos y nematodos.
PROTOZOOS
Giardia spp: produce giardiasis, que se manifiesta con diarrea (de aguda a crónica), pérdida de peso y malestar general. Existe una vacuna preventiva que se aplica a partir de las 6 semanas de vida y se renueva anualmente.
Toxoplasma gondii: causa toxoplasmosis, generalmente adquirida por la ingestión de carne cruda, verduras o agua contaminada con heces de gatos infectados.
Leishmania spp: aunque es más común en perros, también puede afectar a gatos en determinadas áreas geográficas.
CESTODOS
Taenia taeniformis: se transmite al gato al ingerir carne cruda de pequeños roedores; es común en gatos que cazan.
Dipylidium caninum: conocido como “la solitaria”, se contagia cuando el gato ingiere pulgas infectadas durante el acicalamiento.
NEMATODOS
Toxocara cati y Toxascaris leonina: son los parásitos más frecuentes en gatos, afectando aproximadamente al 10% de los adultos y hasta al 25% de los gatitos menores de tres meses. Pueden transmitirse de la madre a los gatitos a través de la lactancia.
Importante: un gato que tiene todas las vacunas al día y recibe antiparasitarios de forma periódica estará mejor protegido contra estas infecciones, especialmente si además es un gato de interior.
DESPARASITACIÓN INTERNA EN GATOS
La desparasitación interna es fundamental para combatir los parásitos que se alojan en el sistema digestivo u otros órganos internos. Los síntomas que pueden indicar una infestación incluyen vómitos, diarrea, letargo, pérdida de peso y deterioro del pelaje. Para desparasitar a tu gato se pueden emplear antiparasitarios en forma de pastillas, líquidos o inyectables, siempre bajo la supervisión de un veterinario. Un régimen regular de desparasitación (generalmente cada tres meses) es clave para prevenir reinfestaciones.
DESPARASITACIÓN EXTERNA EN GATOS
Además de los parásitos internos, los gatos pueden verse afectados por parásitos externos que habitan en la piel, el pelaje o las orejas, tales como ácaros, garrapatas, pulgas y piojos. Para combatir estos parásitos se utilizan productos específicos:
Pipetas antiparasitarias: de aplicación mensual (siempre consultando al veterinario).
Collares antiparasitarios: que actúan liberando sustancias que repelen o eliminan a los parásitos.
Sprays, jabones y champús: diseñados para eliminar pulgas y ácaros.
Pastillas de administración oral: en algunos casos, para un tratamiento sistémico.
La elección del método dependerá del estilo de vida de tu gato y de las recomendaciones del profesional.
CÓMO DESPARASITAR UN GATO: IMPORTANCIA DE LA PREVENCIÓN
Tanto si se trata de desparasitación interna gatos o de desparasitación por parásitos externos la medida más efectiva para acabar con ellos es siempre la prevención. Una buena prevención, tanto de infecciones por parásitos internos como de los externos, evitará que se desarrollen problemas más graves. A continuación, algunos consejos para prevenir la infección de parásitos en tu gato:
Cuando adoptes un gato nuevo, es fundamental que lo lleves al veterinario y pase la revisión tanto interna como externa.
Los gusanos redondos son muy comunes en gatos de corta edad: acude al profesional para que lo desparasiten.
Las pulgas y los ácaros son parásitos muy comunes y pueden afectar a tu gato. Si mantienes una desparasitación externa frecuente evitarás daños mayores.
Según el tipo de vida de tu gato deberás desparasitarlo con más o menos frecuencia. Por ejemplo, si vives en una casa con jardín deberás desparasitar a tu gato más frecuentemente, ya que la proliferación de parásitos es más probable.
Puede que tu gato no salga a la calle, pero tú sí: en este caso el vehículo de los parásitos son tus zapatos, tu ropa…
Nunca desparasites a tu gato con un producto para perros, los daños pueden ser muy graves.
Mantener a tu gato libre de parásitos internos y externos es esencial para su salud y bienestar. Conocer los tipos de parásitos, sus síntomas y seguir un régimen de desparasitación adecuado—siempre bajo supervisión veterinaria—te ayudará a prevenir complicaciones y a garantizar una vida saludable para tu felino. La prevención, combinada con un buen control y tratamiento, es la mejor estrategia para mantener a raya estas infestaciones y cuidar de tu compañero.