Mastitis en gatas: ¿cómo tratarla?
La maternidad es un momento especial en la vida de tu gata, pero a veces puede ir acompañada de desafíos de salud, y la mastitis es uno de ellos. Esta inflamación de las glándulas mamarias puede afectar tanto a las mamás primerizas como a las experimentadas. En este artículo, exploraremos a fondo qué es la mastitis en gatas, sus causas, síntomas y, lo más crucial, cómo puedes tú ayudarla para garantizar su bienestar y el de sus pequeños gatitos.
¿Cuándo hay que esterilizar a las gatas?
Se recomienda que las gatas que conviven con las familias en los hogares se esterilicen cuando son jóvenes para evitar que tengan camadas no deseadas, pues esta es la primera causa de abandono de gatos. Por otra parte, la esterilización personalizada según el estado de salud de cada gata ayuda a prevenir enfermedades asociadas con el ciclo del celo de las gatas.
Sin embargo, hay gatas que crían, sea mediante cría profesional para fomentar las razas o por otros motivos. En estos casos, cuando dan de mamar a los cachorros de gato, pueden tener algunos problemas de salud en el posparto, como la mastitis en gatas o inflamación de las mamas.
¿Qué conviene hacer si una gata tiene leche acumulada?
En la cría de las gatas planificada y profesional, es necesario aplicar todas las medidas preventivas necesarias para que la gata tenga un parto higiénico y cómodo. De esta manera, los cachorros de gato nacerán con menor riesgo para ellos y la madre.
Sin embargo, en ocasiones, aparecen complicaciones que pueden llevar al desarrollo de afecciones en las mamas o mastitis en gatas.
Una de ellas es la retención de leche, que se produce cuando las crías de gato no son capaces de mamar con suficiente vigor, cuando la camada se retira o se desteta de forma brusca y ya no extraen la leche con la frecuencia necesaria. Al permanecer la leche dentro de las mamas, por una parte esta ejerce un efecto irritante que puede terminar provocando una inflamación.
Por otra parte, la leche es un caldo de cultivo en el que pueden crecer microorganismos, causando una infección.
Si una gata acumula leche en sus mamas, pronto dejará de producir más leche de forma natural, pues la falta de succión de los cachorros hace que cese el estímulo para producir más. Para evitar que las mamas se inflamen, se puede aplicar frío en forma de paños húmedos y mantener una higiene estricta para evitar las infecciones. La práctica de intentar que la gata adopte crías de otra camada no se suele recomendar, pues se corre el riesgo de transmitir infecciones.
Los síntomas de la mastitis en gatas son los siguientes:
Mamas hinchadas, rojizas, o más calientes de lo normal
Dolor de mamas si se tocan
Fiebre
Pérdida de apetito
Ánimo decaído
¿Qué se puede hacer si una gata tiene mastitis?
Para ayudar a una gata con mastitis, lo más recomendable es acudir al veterinario. Allí le realizarán una exploración clínica completa para valorar su estado de salud y planteará el mejor tratamiento. Si la gata todavía está amamantando a sus crías pero tiene una infección de las mamas, una buena opción es continuar su lactancia con un sustituto lácteo adecuado para ellos.
¿Se puede dar antibiótico a una gata si tiene mastitis?
La decisión de darle antibiótico a una gata con mastitis corresponde al veterinario, y se toma sobre los resultados de la presencia de bacterias en la leche y su identificación. El uso responsable de antibióticos contribuye a la lucha contra las resistencias, que es uno de los mayores problemas médicos al que nos enfrentamos actualmente en la medicina humana y veterinaria.
Si una gata tiene una mastitis infecciosa, los resultados del cultivo y el antibiograma, la prueba que determina a qué antibióticos es sensible la bacteria causante de la mastitis, indicarán el tratamiento que se debe administrar.
Además, si la gata está dando de mamar a las crías, conviene tenerlo en cuenta si se le van a dar antibióticos, pues algunos de ellos podrían pasar a los cachorros a través de la leche.
La inflamación de las mamas, o mastitis en gatas, se debe tratar cuanto antes ya que es una afección dolorosa que puede llegar a ser grave. Será el veterinario quien determine el tratamiento a aplicar.