¿El gato es omnívoro? Te lo contamos todo aquí

Si te preguntas si el gato es omnívoro o si sus hábitos alimentarios son como los del perro, lo cierto es que no.

Los perros y los gatos guardan muchas diferencias en todos los sentidos, y especialmente en lo que respecta al tipo de alimentación que necesitan para su desarrollo y mantenimiento.

Aunque taxonómicamente ambos forman parte del orden de los carnívoros, también pertenecen a dos superfamilias muy diferentes, lo que implica unas características anatómicas y conducta alimentaria, así como un metabolismo y unos requerimientos nutricionales, bastante específicos y diferentes entre los dos.

¿EL GATO DOMÉSTICO ES OMNÍVORO O NO?

El gato doméstico (Felis catus) al igual que su ancestro salvaje, es carnívoro, y a diferencia de otros carnívoros, como el perro, es un carnívoro estricto o carnívoro obligado. 

Esto no significa que su alimentación deba basarse exclusivamente en el consumo de carne, de hecho, los gatos pueden, y en muchas ocasiones les encanta, comer ciertas cantidades de alimentos procedentes de otras fuentes diferentes, especialmente los vegetales. Sin embargo, dadas sus características, anatómicas, metabólicas, sensoriales y conductuales, los gatos están especializados en metabolizar los alimentos procedentes de los tejidos animales y requieren una dieta específica especialmente rica en grasas y proteínas de origen animal.

Las características generales que determinan esta naturaleza carnívora de los gatos son:

Características anatómicas

Los felinos domésticos poseen la anatomía característica de los carnívoros:

  • Dentadura especializada en desgarrar la carne

  • Estómago diseñado para albergar pequeñas cantidades de comida al día

  • Intestinos cortos cuya función es realizar una rápida y eficiente digestión de los alimentos y absorción de los nutrientes

  • Ausencia de un ciego (porción del colon) funcional

Estas características sugieren que los gatos están adaptados a la ingestión, digestión y absorción de alimentos de origen animal.

Características metabólicas

Los gatos, como el resto de los organismos, necesitan nutrientes en la dieta que puedan satisfacer sus requerimientos energéticos, especialmente de aminoácidos y ácidos grasos esenciales, vitaminas y minerales.

El término esencial hace referencia a aquellos nutrientes fundamentales para la vida de los felinos, que no pueden sintetizar por sí mismos, por lo que su aporte solo puede realizarse a través una alimentación adecuada. 

Algunos de estos nutrientes esenciales para el gato son la arginina y la taurina (aminoácidos esenciales), el ácido araquidónico (ácido graso esencial) y la vitamina A, que únicamente están presentes en los tejidos de origen animal o deben ser suplementados.

Además,  al igual que otros carnívoros estrictos como el zorro, los requerimientos de proteínas en la dieta de los gatos, tanto en la edad adulta como en la etapa de desarrollo, son significativamente más altos que otros carnívoros no estrictos.

Por otro lado, el metabolismo de la glucosa en gatos, también es muy diferente con respecto a otras especies, siendo también las proteínas la principal fuente de hidratos de carbono en el organismo felino.

Según sus preferencias sensoriales

Los gatos tienen menor cantidad de papilas gustativas que los perros, y a diferencia de otros animales, parece que las papilas gustativas sensibles al sabor dulce del azúcar son bastante menos funcionales.

Sin embargo, sí responden al sabor salado, amargo y ácido, y algunos estudios afirman que las papilas gustativas de los gatos también son muy sensibles a los aminoácidos, lo que sugiere la adaptación de los gatos a las dietas carnívoras ricas proteínas.

En cuanto a la temperatura, los gatos prefieren alimentos a una temperatura que puede oscilar entre 38ºC y 40ºC aproximadamente, que es la temperatura a la se encontrarían sus presas en la naturaleza.

Según sus pautas de conducta

La conducta alimenticia de los gatos guarda estrecha relación con sus orígenes. Animales solitarios de hábitos nocturnos que cazan presas de pequeño tamaño (pájaros, pequeños roedores, insectos...). 

Por eso, su modo de alimentación se basa en el consumo de varias y pequeñas comidas con un elevado contenido en proteínas, grasas y agua y altamente digestibles. Esto determina en buena parte las conductas naturales que muestran los felinos en sus pautas alimentarias.

Dicho esto, la conducta alimentaria de los gatos domésticos puede ser muy flexible como y sus preferencias están influenciadas por factores experienciales. Es decir, dependiendo de las experiencias que haya tenido con los distintos tipos de alimentos a lo largo de su vida preferirán unas dietas u otras.

CÓMO DEBE SER LA ALIMENTACIÓN DE UN GATO

Por todos estos motivos, la dieta de tu gato debe ser:

  • Una dieta equilibrada y adaptada a sus requerimientos energéticos y metabólicos.

  • Rica en proteínas y grasas de origen animal con los aminoácidos, ácidos grasos y vitaminas esenciales.

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    Suficientemente palatable y altamente digestible.
     

     

  • Adaptada a las preferencias sensoriales de cada gato.

En cuanto a la energía o la ración de alimento que debe consumir un gato, vendrá determinada por su peso ideal, su edad, las necesidades especiales (gestación, lactación, obesidad, crecimiento...), el nivel de actividad y el aporte calórico del alimento.

RECOMENDACIONES
 

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    Cuando todavía es un gatito, ofrécele diferentes opciones de alimentos en cuanto a composición, aroma, sabor y textura para diversificar su dieta y evitar la denominada neofobia (aversión a alimentos novedosos), común en gatitos que han sido alimentados con escasa variedad durante sus primeros meses de vida.

     

  • El alimento seco a libre disposición permite que tu gato se racione el número de tomas diarias según su conveniencia y necesidades. Normalmente oscilan entre 10 y 20 tomas a lo largo de todo el día y la noche y les permite saciar y equilibrar sus requerimientos nutritivos.

  • Durante el día, combina el alimento húmedo y pienso seco en cuencos diferentes. El alimento húmedo contribuye a cubrir sus necesidades hídricas mediante la dieta. Hazlo siempre en comederos diferentes, ya que el alimento húmedo puede hacer que el alimento seco se deteriore.

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    Los gatos no suelen beber mucha agua, por lo que es importante tener siempre agua renovada y fresca a su disposición.

     

Gracias a los conocimientos que se poseen sobre los hábitos y características alimenticias de los gatos domésticos, hoy en día se formulan dietas para gatos ajustadas a cada una de sus necesidades.

Seguro que ahora no te quedan dudas sobre si el gato es omnivoro o no. Así que recuerda: para que tu gato se desarrolle sano y fuerte, la mejor manera de alimentarlo es mediante una dieta completa y balanceada adaptada a su condición de carnívoro que cumpla con los requerimientos energéticos de cada etapa y con las preferencias de tu felino.

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