Bulto de grasa en gato: ¿Qué debes saber?
¿Acariciando a tu gato has notado un bulto?
Es recomendable examinar a tu gato de vez en cuando, en busca de posibles trastornos de salud. Acarícialo palpando bien las patas, cola, barriga y cuello, para asegurarte que no tiene ninguna anomalía. Si encuentras un pequeño bulto de grasa en tu gato, debes saber cómo actuar. Por ello, desde ADVANCE te hemos preparado este post, con algunos consejos sobre qué hacer en esta situación y cuáles son los tipos de bultos benignos en gatos.
¿QUÉ HACER SI OBSERVAS UN BULTO DE GRASA EN TU GATO?
Los bultos de grasa en gatos pueden ser frecuentes, pero no por ello debes confiarte y pensar que cualquier abultamiento en tu gato va a ser un bulto de grasa. Debes recordar que entre ellos se pueden camuflar patologías malignas, peligrosas para la salud de tu compañero.
Si palpas un bulto de grasa en tu gato lo primero que debes hacer es acudir a tu veterinario de confianza para que evalúe la situación. Así saldrás de dudas y no pondrás a tu gato en riesgo, dejando pasar el tiempo con esa posible dolencia.
Por lo tanto, te recomendamos que vigiles el cuerpo de tu gato por medio de caricias, y que pongas especial atención en el pecho, tripa, o en la zona mamaria si es una hembra. Lo primero que debes hacer si detectas un bulto de grasa en tu gato es, como ya hemos dicho, acudir al veterinario.
¿QUÉ TIPOS DE BULTOS BENIGNOS EXISTEN? ¿SON TODOS BULTOS DE GRASA?
Existen tumores malignos y benignos, y la diferencia es muy significativa:
Los tumores malignos son bultos con capacidad de expansión, es decir, tienen la capacidad de desarrollarse por otros tejidos o zonas del cuerpo de tu gato, si no se descubren a tiempo.
Los tumores benignos no tienen esa naturaleza, y por lo tanto no se expanden.
Esto significa que un tumor benigno puede ser extirpado, por un profesional, sin que exista riesgo de contagio a otros órganos o partes del cuerpo de tu gato.
De todas formas, la aparición de un tumor benigno también puede acarrear complicaciones. Esta es la razón por la que debes acudir a tu veterinario si detectas cualquier tipo de protuberancia en tu gato, aunque los tumores benignos no se cataloguen como especialmente peligrosos.
Estos son los tipos de bultos que puede tener tu gato:
Lipoma
Un lipoma es un bulto de grasa. Se trata de un bulto benigno en la piel que, la mayor parte de veces, se localiza en el abdomen y se compone de tejido graso con forma de bola de consistencia blanda.
Este tipo de bulto de grasa en gatos crece bastante rápido, por lo que es aconsejable examinarle con regularidad, sobre todo si es de edad avanzada, si está castrado o si es de raza siamés. Esto es porque parece que esta anomalía es genética y, aunque no tenga un alto riesgo, es mejor no dejar que aumente de tamaño, pues entonces podría confundirse con un tumor maligno.
Los bultos de grasa en gatos se pueden mezclar con tejido graso del propio animal, lo que a veces puede dificultar el diagnóstico.
Bulto por inyección
Si tu gato está enfermo y tu veterinario habitual opta por un tratamiento que incluya la aplicación de una o varias inyecciones, puede que se forme un pequeño nódulo en la piel de tu gato, que puedes llegar a confundir con un bulto de grasa en tu gato. Esto también puede suceder tras una vacuna.
Si te encuentras en esta situación, no dudes en llamar a tu veterinario, que te aconsejara cómo actuar. Es habitual que estos nódulos desaparezcan tras 3 o 4 semanas, pero es importante consultarlo.
Tumores de células basales
Pueden aparecer en cualquier parte del cuerpo de tu gato, como un bulto aislado sin pelo, y son de consistencia firme.
Son nódulos muy diferentes a los bultos de grasa, ya que normalmente tienen una coloración oscura y pueden alcanzar un diámetro de hasta 12 centímetros. Aunque son tumores benignos, pueden acarrear riesgo por infección al generarse una úlcera y producir dolor.
La solución es llevar a tu gato al veterinario, que extirpará el tumor mediante una intervención quirúrgica sencilla, ya que se trata de una cirugía menor.
Fibromas
Los fibromas también son un tipo de abultamiento parecido a un bulto de grasa en tu gato. Se caracterizan por tener los bordes muy bien definidos. Al palpar este tipo de protuberancia notarás un bulto firme, con contenido líquido en su interior, y un tacto flexible o suave.
Te aconsejamos que te pongas en contacto con tu veterinario para decidir qué solución aplicar. En la mayoría de las veces, el fibroma se extirpa si interfiere negativamente en la vida diaria de tu gato.
Como has visto, hay diferentes tipos de bultos que pueden aparecer en la piel de tu compañero. Uno de ellos es el bulto de grasa en tu gato, pero no es el único. Por ello, te aconsejamos que dediques un tiempo diario para acariciar y palpar su cuerpo, lo que te permitirá detectar a tiempo cualquier anomalía y así conseguir un diagnóstico favorable ante cualquier trastorno de salud.