Cómo cuidar a los gatos en verano

Con la llegada del verano, el calor excesivo puede representar un riesgo para la salud de tu gato, a pesar de que disfrute del sol y de sus cálidos rayos. En este artículo te explicamos cuáles son los principales riesgos de la exposición prolongada al calor, y te ofrecemos consejos prácticos para proteger a tu felino, desde prevenir golpes de calor hasta mantenerlo fresco y seguro durante los días más calurosos.

GATOS EN VERANO: LOS RIESGOS DE LA EXPOSICIÓN AL SOL

A los gatos les encanta el calor y tomar el sol. Aunque en verano suelen elegir la sombra, hay que vigilar la exposición al sol durante largos periodos de tiempo, ya que puede resultar perjudicial para tu compañero y provocarle lesiones. Pueden sufrir:

  • Deshidratación, si no bebe suficiente agua, su organismo puede sufrir deshidratación, afectando su bienestar general.

  • Dermatitis solar. La exposición prolongada al sol puede hacer que la piel se reseque, se enrojezca y, en zonas poco cubiertas por el pelo, desarrollar lesiones.

  • Queratosis actínica. Se considera una lesión precancerosa. Aparecen zonas con costras o úlceras que pueden sangrar. 

    • Esta lesión suele aparecer en el borde de las orejas, también en la nariz o alrededor de los ojos. 
    • Es más común en gatos de pelo blanco y corto, o razas de gatos sin pelo. Su piel suele ser rosada y sin apenas melanina que les proteja contra los rayos ultravioleta.

  • Tumores cutáneos. La evolución de lesiones solares puede derivar en tumores, como el carcinoma de células escamosas, especialmente en gatos de piel clara.

  • Golpe de calor. Se produce cuando la temperatura corporal se eleva bruscamente. La temperatura normal de un gato adulto varía entre 38ºC y 39,2ºC, mientras que en un golpe de calor puede superar los 42ºC. Algunos síntomas son:

    • Jadeo intenso

    • Respiración acelerada (que puede ocasionar edema en la laringe)
    • Hipersalivación

    • Mucosas (encías, lengua o conjuntiva) con tono azulado

    • Temblores y dificultad para moverse.

  • Problemas gastrointestinales y proliferación bacteriana. El calor puede favorecer la descomposición de los alimentos, aumentando el riesgo de vómitos o diarrea.

  • Espigas. En entornos con vegetación abundante, las espigas pueden introducirse en los ojos, oídos o entre los dedos, causando irritaciones o lesiones.

     

CÓMO PROTEGER A LOS GATOS EN VERANO

Para mantener a tu gato seguro y saludable durante el verano, sigue estas recomendaciones:

  • Mantén la casa fresca:

    • Cierra las persianas en las horas de máximo calor y abre las ventanas para generar corrientes de aire.

    • Utiliza ventiladores o aire acondicionado para mantener una temperatura agradable.

  • Es importante mantenerlo hidratado, y estimular el consumo de agua, ya que los gatos, en general, son malos bebedores. Pero existen algunos trucos que pueden ayudarte:

    • Se puede intentar incrementar el consumo de agua con alimentos húmedos.

    • Añadiendo saborizantes al agua, como caldo de pollo o pescado. 

    • Las fuentes de agua corriente para gatos también pueden estimular el consumo de agua, ya que el agua en movimiento les llama más la atención.

    • Distribuye varios cuencos con agua en la casa, a diferentes alturas y de diferentes materiales.

  • Protege su piel y pelaje. No cortes el pelo de tu gato de forma excesiva; su pelaje actúa como un escudo protector contra el sol. Cepilla a tu gato diariamente para eliminar el pelo muerto y favorecer la ventilación.

  • Utiliza cremas solares. En gatos de pelo corto o en zonas con poca protección (como orejas, abdomen o puente nasal), puedes aplicar cremas solares específicas para animales. Realiza la aplicación con un masaje suave para favorecer su absorción y evita que el gato se lama la crema inmediatamente.

  • Evita la exposición prolongada. Si es posible, mantén a tu gato dentro de casa durante las horas de máximo calor. Si debe salir, procura que haya suficiente sombra y que tenga acceso a agua. Evita paseos en horas centrales; opta por salir temprano en la mañana o al atardecer. Si notas síntomas de golpe de calor, traslada a tu gato a un lugar fresco, ofrécele agua y, en caso de no mejorar, consulta al veterinario de inmediato.

  • Revisa el entorno. Tras paseos en exteriores, revisa las patas y oídos para eliminar posibles espigas o partículas que puedan causar irritación.

Cuidar a tu gato en verano implica prestar atención a los riesgos asociados al calor, desde la deshidratación y la dermatitis solar hasta problemas más serios como el golpe de calor. Siguiendo estas medidas —mantener la casa fresca, asegurar una hidratación constante, proteger la piel y el pelaje y evitar la exposición prolongada al sol— podrás disfrutar de un verano seguro y agradable junto a tu felino. Recuerda que, ante cualquier signo de malestar, lo mejor es consultar a tu veterinario de inmediato.

Publicado originalmente el 18 de febrero de 2022, actualizado el 27 de febrero de 2025

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