¿Cuándo se desteta un gato?
El destete es el periodo durante el cual la fase de lactancia de los gatitos finaliza para dar comienzo a la alimentación sólida. Debe ser un proceso gradual en el que el gatito va adaptándose, de la forma más natural posible, a su nueva dieta y manera de comer. Por eso es fundamental tener paciencia y respetar sus ritmos. A continuación te contamos cuándo se desata un gato y cómo hacerlo adecuadamente.
CUÁNDO SE DESTETA UN GATO NATURALMENTE
En condiciones normales, el destete de los gatitos es un proceso natural y progresivo, facilitado tanto por el propio desarrollo de los pequeños como por la conducta de la madre.
Durante las tres primeras semanas de vida, aproximadamente, los gatos se alimentan solo de leche materna. Esta les aporta todos los nutrientes necesarios para su crecimiento y desarrollo durante este corto periodo de tiempo. Especialmente durante los dos primeros días tras el nacimiento, en los que se produce la secreción del calostro.
El calostro es rico en nutrientes e inmunoglobulinas fundamentales para el desarrollo del sistema inmunológico y la maduración del sistema digestivo de los gatitos recién nacidos.
Dicho esto, ¿cuándo se desteta un gato? Entre la segunda y tercera semana de vida, coincidiendo con el desarrollo de los sentidos de la vista y el oído y la salida de los primeros dientes de leche, cuando los gatitos comienzan a explorar su entorno. Es entonces cuando pueden acceder al alimento de la madre que, al principio, ingerirán en pequeñas cantidades.
Este es el inicio del periodo de transición alimentaria en el que los gatitos dejan de tomar solo leche materna para combinarla con comida sólida y agua. Como el primer alimento que coman será el de su madre, es conveniente que le ofrezcas a ella lo mismo que van a recibir sus crías.
¿Y cuándo se desteta un gato por completo? Alrededor del tercer mes de vida, motivado por el rechazo de su madre a que continúe mamando y tras haber ido reduciendo cada vez más la ingesta de leche y aumentado la de alimento sólido.
CUÁNDO SE DESTETA UN GATO POR OTROS MOTIVOS
Según los últimos estudios, el mejor momento para que los gatitos sean destetados es a partir de las 12 semanas de edad. Esto es lo ideal para el desarrollo conductual y el bienestar de los felinos.
Sin embargo, no siempre es posible, y en ocasiones, puedes encontrarte con gatitos que, o son huérfanos, o por alguna otra razón no pueden continuar mamando de la madre. Esto puede suceder en cualquier momento.
Cuando se desteta un gato de esta manera, eres tú quien debe motivarlo a realizar el cambio de alimentación llegado el momento.
¿CÓMO SE DESTETA A UN GATO?
Tanto si se trata de gatitos que están alimentándose de leche materna como si están siendo criados con biberón, la transición al alimento sólido cuando se desteta a un gato debe ser adecuada y progresiva.
El destete de gatitos huérfanos puede iniciarse en el momento en que aparecen los dientes de leche y pueden comenzar a masticar. Es decir, alrededor de las 3 o 4 semanas de vida. Para realizar una correcta transición debes intentar reproducir, en la medida de lo posible, lo que ocurre naturalmente.
Para ello, escoge una dieta sólida adaptada a las necesidades específicas de los gatitos y ve ofreciéndosela poco a poco para que vaya acostumbrándose.
Estos consejos te pueden ayudar:
Al inicio puedes triturar el alimento y reblandecerlo con agua tibia o leche para gatitos.
Debes estimularlos a probar el nuevo alimento.
Puedes dejar un comedero de su tamaño cerca.
Al principio, la leche de reemplazo sigue siendo su alimento principal y se la debes seguir proporcionando en las tomas y cantidad recomendadas.
A medida que la ingesta de alimento sólido vaya aumentando, ve disminuyendo las tomas de leche.
No olvides que, durante todo este proceso, deben tener agua siempre disponible, limpia y fresca.
Alrededor de las 8 o 10 semanas, cuando tengan los dientes de leche completos, puedes darles exclusivamente alimento sólido.
Los cambios de alimentación no siempre resultan sencillos y, en ocasiones, cuando se desteta a un gato pueden aparecer algunas alteraciones digestivas como estreñimiento o diarrea, especialmente cuando la transición no es lo bastante progresiva. Si observas cualquier tipo de problema de este tipo o tienes dudas, consulta con tu veterinario para que pueda asesorarte.