Absceso en gatos: ¿qué debes saber?

Los abscesos en los gatos pueden aparecer en cualquier parte de su cuerpo, pero los más frecuentes y fáciles de ver se forman bajo la superficie de la piel en las zonas más expuestas, como la mandíbula, el cuello o la cola. A continuación te contamos todo lo que necesitas saber sobre el absceso en gatos.

¿QUÉ ES UN ABSCESO?

En pocas palabras, un absceso es un cúmulo de pus.

La mayoría de los abscesos en gatos son de origen bacteriano. Eso quiere decir que no aparecen porque sí, sino que son producidos por microorganismos que entran en el cuerpo del animal, generalmente a través de alguna herida en la piel. Las bacterias que pueden provocar un absceso en gatos, o estar implicadas en su aparición, son muchas. 

¿CÓMO SE PRODUCE UN ABSCESO EN GATOS?

La aparición de un absceso en gatos se debe principalmente a mordeduras y arañazos que se producen cuando se pelean entre ellos. Cuando un felino muerde a otro, los microorganismos que hay en su boca penetran en el tejido y causan la infección.

Sin embargo, las bacterias también pueden entrar a través de otras heridas en la piel, como cortes, heridas abiertas o pinchazos producidos por cualquier cuerpo extraño, como una espina o una espiga.

Una vez formado, el absceso en gatos puede romperse y drenar de forma natural, eliminado pus hacia el exterior o hacia el interior del cuerpo. En otras ocasiones, en cambio, hace falta intervención veterinaria para drenar, limpiar y desinfectar la zona adecuadamente.

SÍNTOMAS DE UN ABSCESO EN GATOS

Los síntomas que puede mostrar tu gato si tiene un absceso pueden variar en función de la extensión, el tipo de bacterias implicadas y la zona donde lo esté desarrollando.

Dicho esto, es común que, si tiene un absceso, tu gato sienta dolor y malestar general, tenga fiebre y quizá se muestre apático, menos activo, con cambios de comportamiento e incluso anorexia.

CÓMO RECONOCER UN ABSCESO EN GATOS 

Si tu felino tiene un absceso, seguramente observes algunos de estos signos:

  • Tiene un bulto duro, caliente y doloroso o, si hace tiempo que lo tiene, este puede ser más blando.

  • Puede que tenga una herida o lesión de entrada en la piel (corte, costra, etc.).

  • Si el absceso se ha abierto por sí solo, probablemente habrá supuración.

  • Puede que la piel de la zona cambie un poco de color, volviéndose más azulada o violácea.

Cuando veas que tu compañero tiene una herida, es fundamental que la limpies cuanto antes.

TRATAMIENTO DE LOS ABSCESOS EN GATOS

Para tratar un absceso en gatos, suele ser necesario que el veterinario lo abra  (generalmente mediante una incisión), lo drene y desinfecte la zona, tras extraer cualquier resto de cuerpo extraño o tejido dañado que pueda haber en el interior.

Si el absceso está muy endurecido, puede ser recomendable aplicar una compresa empapada en agua tibia hasta que se ablande.

En la mayoría de casos, también se recetan antiinflamatorios y antibióticos para controlar el dolor, la inflamación y la infección.

CÓMO EVITAR QUE TU GATO TENGA ABSCESOS

  • Trata de evitar que se pelee con otros gatos. En este sentido, si tu gato vive con otros felinos o suele salir o vivir fuera de casa, la castración es muy recomendable para reducir la agresividad entre estos felinos.

  • Cuando veas que tu compañero tiene una herida, es fundamental que la limpies cuanto antes con suero fisiológico o con agua fría. Si es posible, aplica también una solución antiséptica, por ejemplo agua oxigenada, ayudándote de una gasa. Para ello, tal vez tengas que rasurar un poco el pelo de la zona.

  • Observa la herida frecuentemente para ir valorando su estado y, si es necesario, acudir al veterinario antes de que se desarrolle un absceso.

Si observas enrojecimiento en alguna zona de la piel de tu gato, o cualquiera de los signos y síntomas comentados, no dudes en hablar con tu veterinario para que pueda tratar a tu compañero de la mejor manera.

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