Mi gato no bebe agua. ¿Qué hago?
¿Has oído hablar de lo resistentes a la deshidratación que son los gatos? La relación de los mininos con el agua es peculiar debido al origen del gato doméstico, por lo que es normal que un gato no beba demasiado.
Sin embargo, si después de observar a tu gato, estás preocupado y tu conclusión sigue siendo: «mi gato no bebe agua», sigue leyendo. Vamos a explicarte por qué tu gato bebe poco, cuáles pueden ser las consecuencias de esa falta de hidratación y cómo puedes estimularlo para que beba más.
¿POR QUÉ MI GATO NO BEBE AGUA O BEBE POCA AGUA?
El principal factor por el que tu gato no bebe agua es su origen. El gato doméstico desciende del gato salvaje africano del desierto. Este felino está acostumbrado a vivir alejado del agua por lo que ha evolucionado para ser muy resistente a la deshidratación. Si tu gato desciende de este animal, no es descabellado que le baste con el agua que obtiene de las presas que caza —compuestas por un 60 o 70 % de líquido— o la contenida en una dieta húmeda para gatos.
Sin embargo, si tu gato no caza o no come alimento húmedo, debería beber más, ya que no tendrá sus necesidades de líquido cubiertas. Por eso, si la dieta de tu gato se limita al alimento seco, asegúrate de que bebe agua. Si no lo hace, es probable que aparezcan los problemas.
Otras causas
Si te preguntas: «¿hay otras causas por las que mi gato no bebe agua?». La respuesta es sí. ¡Sigue leyendo!
A tu gato no le gusta su bebedero, probablemente por el material. El plástico suele ser rechazado por los gatos. ¡Deberíamos aprender de ellos!
El agua está demasiado cerca de la comida o de la bandeja de arena.
Tu gato evitará beber agua sucia.
Puede que tu minino tenga algún problema en la boca que le impida beber o le produzca dolor cuando lo hace. Revisa la boca de tu gato con frecuencia.
Algunas enfermedades pueden causar una baja concentración de sodio en la sangre y ponen en marcha un mecanismo de defensa para mantener el sodio concentrado. Esto provocará que beba menos.
¿QUÉ LE PUEDE PASAR A MI GATO SI NO BEBE AGUA?
A pesar de estar físicamente preparado para vencer la deshidratación, si tu gato no bebe suficiente agua para compensar la obtenida de la dieta, puede sufrir las consecuencias. Algunos de los problemas más frecuentes son:
Deshidratación: Tu gato puede resistir la falta de agua durante varios días, pero si no bebe agua ni la obtiene en la dieta, se deshidratará.
Estreñimiento: La falta de líquido endurece las heces, que se vuelven más difíciles de expulsar.
FLUTD: La falta de agua puede empeorar los síntomas de las enfermedades de las vías urinarias del gato —como la cistitis o las infecciones—.
Cálculos en la orina: El propio organismo de tu gato tiende a concentrar la orina para conservar los líquidos en el cuerpo cuando no tiene acceso al agua. Esta concentración favorece la aparición de cristales, que se acentúan si la dieta tiene un exceso de minerales o el pH —acidez— de la orina no es el correcto.
Insuficiencia renal: Si tu gato no bebe y se deshidrata, los riñones empezarán a recibir menos sangre, por lo que no la filtrarán. Esto provocará que las sustancias dañinas —como la urea y la creatinina— permanezcan en el torrente sanguíneo.
¿CÓMO PUEDO ESTIMULAR A MI GATO PARA QUE BEBA MÁS AGUA?
Seguro que ya conoces bien a tu gato y sabes qué es lo que más le gusta y aquello que detesta. Es importante conocer las preferencias de tu minino para ir probando estrategias que puedan incitarle a beber más. Sigue tu intuición y prueba varias alternativas.
Prueba con diferentes tipos de agua: Algunos gatos prefieren el agua mineral embotellada, otros beben agua del grifo. Cambia cada día de agua y observa cuál es la que más convence a tu gato.
Distribuye por toda la casa varios bebederos: Puede ser buena idea utilizar distintos materiales en los recipientes con agua que coloques por la casa. Uno de cristal en la cocina, otro de plástico en el salón, de acero inoxidable en el pasillo, porcelana… Observa cuál es el más frecuentado.
Incluye en la dieta de tu gato alimento húmedo.
Mezcla el pienso directamente con agua.
Mantén el recipiente con agua lejos de la comida y de la bandeja con arena: Evita también lugares muy transitados y con mucho ruido.
Ofrécele a tu gato agua de cocción de pescado o carne: Si el sabor le gusta, puede convertirse en una motivación para beber. En verano puedes hacer cubitos con ese caldo y agregarlos al bebedero. Además de sabor, aportará un toque de frescor que no le sentará nada mal a tu minino.
Abre el grifo unos minutos: El agua corriente puede llamar la atención de tu gato. Se acercará a husmear, jugará con ella y terminará bebiendo o lamiendo sus patas mojadas.
Hazte con una fuente para gatos. Funciona conectada a la luz; con ella te aseguras de que tu gato tenga agua corriente en todo momento.
Mantén el comedero de tu gato siempre disponible: Eso favorecerá que también beba más agua.
Antes de terminar, es importante resaltar que tu gato puede tener una dieta basada en alimento seco sin ningún problema. Sin embargo, es conveniente asegurarse de que está bebiendo suficiente agua. El objetivo es mantener la buena salud de tu gato, incluyendo sus sistema urinario. ADVANCE Urinary está especialmente diseñado para evitar la aparición de cálculos, y es una dieta completa y equilibrada.