¿Por qué mi gato está afónico?

Cada gato es un mundo, bien lo sabes... Los comportamientos de tu gato pueden variar dependiendo de su edad, raza, personalidad o costumbres y aprendizaje durante su vida. Hay gatos que maúllan más, con más intensidad y frecuencia, y otros que apenas se fatigan para hacer algún ruido en el momento de pedir la comida.

Aún así, debes prestar atención a las vocalizaciones de tu gato y a las posibles alteraciones en la calidad de sus sonidos, como las disfonías o afonías, que pueden significar que tu gato tiene alguna molestia. En este artículo te contamos todo lo relacionado con el gato afónico. 

 

LA AFONÍA Y LA LARINGE DE TU GATO

 

La laringe de los gatos es una estructura tubular y  su función principal es ser un conector entre la faringe y la tráquea y actuar a modo de válvula para regular la entrada de aire entre ambas. La laringe es, a su vez, la responsable de producir vocalizaciones (maullidos y ronroneos, muy típicas de los gatos pequeños), ya que contiene el órgano de la fonación compuesto por unos pliegues membranosos, que gracias a los ligamentos vocales, dan lugar a las cuerdas vocales de los felinos.

 

¿TU GATO ESTÁ AFÓNICO? ESTAS PUEDEN SER LAS CAUSAS

 

Las alteraciones en las estructuras laríngeas pueden ser las responsables de las modificaciones en la emisión de los sonidos vocales en los gatos (disfonías) o su ausencia total (afonía). Conociendo las costumbres de tu gato, rápidamente detectarás que algo ocurre con su “voz”. Estos síntomas pueden ser esporádicos y de rápida evolución o pueden ser de evolución crónica y persistente. Las causas más comunes de afonías en gatos son:

  • LARINGITIS (tipo inflamatorio)

     

    Un gato afónico puede estarlo por una inflamación de la laringe: la faringitis. Las enfermedades que afectan a la laringe en gatos suelen ser las mismas que afectan a las vías respiratorias o a la cavidad oral, y así mismo a las cuerdas vocales, que, en efecto, causan afonías. Las causas más frecuentes de la inflamación laríngea son los elementos irritantes como el humo, aerosoles, polvo o el frío y los alérgenos de tipo ambiental.

     

  • VIRUS O BACTERIAS

     

    Existen ciertos virus, como los que causan resfriado o gripe felina, y bacterias, con alteraciones que pueden afectar a la laringe, que se pueden manifestar en los síntomas asociados a la enfermedad primaria como:

    - tos

    - disnea

    - descarga nasal

    - letargia

    - anorexia

    - síndrome febril

    - alteraciones orales (úlceras o aftas) y oculares (conjuntivitis o queratitis)

    - afecciones bronquiales y pulmonares

     

  • PATOLOGÍAS LARÍNGEAS (no inflamatorias)

     

    Algunas patologías estructurales o neoplásticas también pueden provocar daños a nivel vocal (ronquera, disfonía o afonía) en tu gato: 

    - Parálisis laríngea: las causas más frecuentes son las de tipo traumático que afectan al nervio laríngeo (postquirúrgico, por lesiones con collares o mordiscos) y problemas cervicales, aunque también la causa pueden ser enfermedades neuromusculares, alteraciones en la articulación de la laringe.

    - Algunas neoplasias a nivel de la laringe o de las estructuras adyacentes (carcinoma tiroideo, el linfoma) pueden provocar alteraciones en la producción de los maullidos por afección directa de la laringe.

     

  • ESTRÉS

     

    En general, los estados de estrés crónico o ansiedad en gatos pueden producir importantes alteraciones del sistema inmunitario, pudiendo aumentar la susceptibilidad del organismo a sufrir diferentes trastornos. A la vez, el maullido es frecuente e intenso en situaciones de estrés, que al fin y al cabo puede provocar ronqueras y afonías.

     

 

4 MÉTODOS PARA PREVENIR LA AFONÍA DE TU GATO

 

Hay que tener en cuenta que la afonía no es una enfermedad de por sí, sino más bien es una señal de alguna alteración leve y corta, sin necesidad de tratamiento. Aunque también es posible que pueda ser una enfermedad que necesita ser tratada por un especialista. Para ello, es importante poder encontrar la causa de porqué nuestro gato está afónico.

 

La prevención se basa más que nada en reducir al mínimo el desarrollo de cualquier enfermedad que pueda afectar a la salud de tu gato:

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    Nutrición saludable: asegurar nutrición correcta mediante una alimentación de calidad y apropiada desde el nacimiento. Para cada etapa de vida puedes encontrar la comida adecuada para tu gato, dependiendo de su edad, raza, estado de salud, gato esterilizado o no...

     

  • Desarrollo estable: Cubrir las necesidades de gato, tanto físicas como psíquicas, reduce las situaciones que pueden provocar estados de estrés prolongados y contribuye a tener gatos sanos, equilibrados y felices.

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    Sistema inmunitario y controles rutinarias: proveer de un sistema higiénico-sanitario adecuado (vacunas y desparasitaciones rutinarias, controles médicos, especialmente en los gatos con un sistema inmunitario menos desarrollado, gatos mayores o más expuestos al contacto con otros gatos).

     

La afonía de tu gato es un signo inespecífico, así que siempre requiere valoración de su gravedad y observación si aparecen otros síntomas. Si ves que la afonía no se va en unos días, hazle una visita a tu veterinario para asegurar el tratamiento adecuado y tranquilidad en la salud de tu gato.

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