El gato persa es muy distinguido y peculiar, fácilmente reconocible por dos de sus características esenciales: su cara redondeada y hocico achatado y su pelaje exuberante y frondoso.
Se trata de una de las razas más antiguas de las que se tiene constancia.
El propio nombre indica precisamente sus remotos orígenes: Persia, una región de Oriente Medio, que corresponde al actual Irán.
El gato Persa es uno de los gatos más populares que existen como mascota, debido a su carácter dócil y social. A pesar de su naturaleza suave y dulce, necesita sentirse cómodo en el hogar para poder integrarse fácilmente en la familia. Por eso, es importante que el hogar sea tranquilo y se le ofrezcan rutinas y hábitos que le brinden seguridad y estabilidad.
El gato Persa es uno de los gatos más populares que existen como mascota, debido a su carácter dócil y social.
Se trata de un animal tranquilo y bastante sedentario. Mucha gente dice que es el perfecto animal doméstico, pues no te pedirá más cariño que el que quieras darle, ni insistirá en que juegues con él a cada rato. Aunque hay una cosa que sí supondrá gran disposición de tu parte, y es que para mantener la belleza extrema del pelaje del gato persa deberás dedicar una buena parte de tu tiempo a cepillarlo.
Será muy habitual que cuando alguien le acaricie o le diga cosas, se quede quieto durante un rato. Recibe los halagos de una manera muy especial y puede pasar horas sentado en la repisa de una ventana mirando a través de ella, o sobre un cojín, casi inmóvil. Estos gatos poseen una elegancia y glamour especiales que los han hecho merecedores de elogios.